En el domicilio de los arrestados se han intervenido 325 relojes falsos, un revólver y numerosa documentación de las transacciones entre el administrador de la web y los clientes.
Figuran acreditados más de mil envíos a nivel nacional en un periodo de dos años, con lo que los beneficios obtenidos podrían superar los 310.000 euros, informó ayer la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil.
La investigación comenzó a partir de la localización en Internet de numerosos anuncios que ofertaban imitaciones de relojes.
Una vez accedían a la página los clientes podían visualizar los productos y de este modo observar hasta el más mínimo detalle de los mismos.
El sistema de compra era muy sencillo porque la venta se realizaba directamente, de forma rápida y logrando mantener el anonimato de los compradores.
El cliente elegía la marca y modelo del reloj en las tiendas virtuales y posteriormente contactaba a través de un correo electrónico o directamente por teléfono para concretar la compra.
Una vez que el vendedor tenía la dirección del envío, remitía el artículo por contrarreembolso mediante una empresa de mensajería privada.
Según la Policía, los arrestados no disponían de un amplio stock de productos, ya que estas tiendas suelen operar bajo pedidos.
A uno de los detenidos también se le imputa un delito de tenencia ilícita de armas.
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