La Selección Española tiene ahora en perspectiva el partido frente a Italia en el estadio Santiago Bernabéu, el próximo dos de septiembre, uno de esos encuentros frente a un rival poderoso y clásico, en los que motiva el solo nombre del contrario, Italia, enemigo histórico en mil batallas, que encontrará a los jugadores de uno y otro combinado en el arranque de la temporada con los músculos aún fríos pero con calor en la mente. Todo lo contrario fue el Macedonia-España del domingo, un partido en fecha desafortunada –de hecho los futbolistas españoles casi se marcharon de vacaciones en el descanso-, y contra un rival áspero y sin historia.
El Macedonia-España constituyó un trámite burocrático fuera de fecha. Un partido molesto. Macedonia es un combinado defensivo, disciplinado, que se agranda en casa. Torpón. El riesgo era que España se retrasara en marcar, que pasaran los minutos con el marcador a cero, lo que le ocurrió allí hace algunas semanas a Italia, que finalmente ganó sobre la campana. Pero a la media hora, el partido parecía sentenciado, con los goles de David Silva y de Diego Costa, y, sobre todo, con el juego reconocible y brillante, de posesión e imaginación, de La Roja. Pero España no compareció tras el descanso. Hubo jugadores que en el vestuario mentalmente hicieron las maletas para irse a la playa, ya está dicho.
Entonces volvió a ser evidente que al igual que hay equipos que se mueven perfectamente en el descontrol, como le sucede al Real Madrid, a la Selección no le ocurre eso. España, si pierde la posesión, por retórica que sea esa posesión en ocasiones, se expone a lo peor. Y eso sucedió en Macedonia, donde se encontró con un tanto rival en un contraataque, y una oportunidad local en la última jugada del partido ante la portería de David de Gea que pudo significar un empate de perfil trágico.
Pero España ganó y queda ahora esperar a Italia. Y saborear las buenas señales que el domingo dejó España durante el primer tiempo en Macedonia, con el excelente momento de un Isco Alarcón superlativo que está tocado por la confianza en sí mismo. Isco no sólo es una gran noticia para el Real Madrid. Es una gran noticia para España.
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