“¿Con qué derecho me toca este hombre el muslo en el autobús?”

Devi (nombre de usuario con el que se identifica en Twitter) vive en Jerez, tiene 24 años y utiliza a diario la línea 9 de los autobuses urbanos para desplazarse por la ciudad. El pasado viernes ocupó un asiento junto a la ventanilla. A su lado se sentó un hombre mayor, “de unos 70 años”. Una vez en marcha, notó el contacto de su pierna izquierda sobre su pierna derecha. “En un principio no le di mayor importancia. No pensé con maldad, sino que creí que no se daba cuenta”, nos relata por teléfono. Pero, poco a poco fue acercando su mano izquierda hasta su muslo “y empezó a apretármelo”. “Me quedé bloqueada en ese momento”, confiesa. “Estaba nerviosa. Además, tenía que pasar por delante de él para salir del asiento”. Pero lo hizo. Se puso en pie y se dirigió al pasillo del autobús. Le dirigió la mirada y le dijo: “Eres un cerdo”. El hombre se bajó en la parada siguiente, “y ya desde la calle siguió mirándome lanzándome besos y sacando la lengua”.

Durante toda la escena, Devi aprovechó que tenía el móvil en la mano e hizo varias fotos que poco después subió a su perfil de Twitter, todavía bajo los efectos de los nervios y superada por la situación: “El autobús iba lleno y nadie dijo absolutamente nada. No le grité, pero todos los que estaban a mi lado pudieron oir lo que le dije y también vieron los gestos que me hacía desde la calle”.

Lo que no esperaba es que sus fotos y su mensaje terminaran por viralizarse durante el fin de semana -acumula 22.000 retuits y más de 32.000 me gusta-: “¿Con qué derecho me tiene que tocar el muslo este hombre en el autobús? No sabéis lo asqueada que me he sentido, pero claro, luego somos unas exageradas”, fueron las palabras que utilizó junto a las imágenes y que desencadenaron un aluvión de mensajes que no han parado durante todo el fin de semana y que la han ayudado igualmente a enfrentarse a la situación, ya que muchos de ellos la animaron a presentar una denuncia y, al mismo tiempo, contactó con otras dos jóvenes de Jerez que le dijeron haber pasado por su misma situación y, presuntamente, víctimas del mismo individuo.

“Una de ellas me mandó una foto que logró hacerle y lo identifiqué. Era la misma persona”. Con esa foto y su testimonio, acudió al día siguiente a la Comisaría de Policía Nacional a interponer la correspondiente denuncia por presunto abuso sexual. “Me dijeron que si hay otras dos personas que han pasado por el mismo caso que yo y con la misma persona, sería conveniente que también presentaran denuncia. Se lo he comentado y posiblemente lo hagan también, aunque la Policía tiene ya la foto para poder identificarlo”, resalta Devi.

También hay quien la ha criticado por hacer pública su experiencia -“no se publican las cosas para conseguir likes”, le censuraba un internauta-, pero ella dice tenerlo claro: “Me dan igual los seguidores, y no me esperaba esta repercusión, pero me alegro de haber encontrado a más personas que han pasado por una situación como la mía. Era la primera vez que me pasaba y no supe reaccionar muy bien”, concluye.

Devi ha vuelto a usar la misma línea, “pero intento no ponerme junto a hombres”, confiesa, así como echa en falta carteles indicadores como los que ya se usan en el metro para evitar casos así.

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