La actriz María Schneider murió con 58 años. Nunca se repuso de la escena violentada, morbosa, con Marlon Brando, bajo la dirección de Bernardo Bertolucci, en El último tango en París. Nunca lo asumió porque la rodó con 19 años. Antes de la muerte de Franco decenas de miles de españoles iban a Perpiñán a ver la película, lo mismo que a Biarritz. Ahora cien mil independentistas han ido a ver a Puigdemont. -46.600 con Google Earth-. Morbo político, no sexual.
Artur Mas, para tantear su vuelta, ha publicado un libro con el título de este artículo. “Desde su llegada a la Presidencia de la Generalitat en 2010 hasta su paso al lado en 2016, Mas ha sido el principal artífice del procés soberanista....Artur Mas fue inhabilitado por el TSJC hasta el 23 de febrero de 2020 debido a la organización del 9-N”. El 9 de noviembre de 2014 participaron en la consulta 1.800.000 personas. Se votó con dos preguntas, que Cataluña fuera un Estado y que éste sea independiente. Se tuvo que ir tras convocar elecciones en las que creía que arrollaría. No fue así y puso como recambio a Puigdemont.
El siguiente “proceso participativo”, impulsado por Puigdemont, se celebró el 1 de octubre de 2017. La pregunta cambió: “¿Quiere que Cataluña sea un estado independiente en forma de república? Sí o No“. Votaron 2.286.000 catalanes. Luego el parlamento catalán hizo una vacua declaración de independencia. Ello produjo la aplicación del 155, la destitución de Puigdemont y su posterior fuga. Al obtener escaño en las elecciones europeas y reconocérselo el Tribunal de Justicia Europeo ha podido -mientras se tramita la extradición- acercarse a la ahora denominada Cataluña Norte -los territorios del Rosellón y la Cerdaña- cedidas por España en la Paz de los Pirineos, y en Perpiñán se ha mofado de la mesa de negociación entre el gobierno español y la Generalitat. Los alcaldes franceses, con la bandera francesa en el pecho, lo han recibido con cortesía mientras que Macron, desde el Elíseo, ponía distancia. Cuando casi 5 millones de italianos votaron en el norte de Italia la independencia de una región denominada Padania, las autoridades y jueces italianos tuvieron la cabeza fría y el corazón aún más frío. Ni caso. Lo dieron por no sucedido. “Delito imposible”, dice Luigi Ferrajoli. Sabiduría latina. Hoy está olvidado.
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