Declarada gran enamorada del teatro, lo cierto es que el gran público ha conocido a Natalia Millán a través de su participación en afamadas series televisivas como ‘Un paso adelante’ o ‘El internado’. Este sábado llega a El Puerto con uno de los clásicos del teatro español, ‘Cinco horas con Mario’, y colgando el teatro de ‘No hay billetes’.
Toma el relevo de Lola Herrera haciendo el personaje de Carmen Sotillo, ¿Cómo lo está afrontando?
Desde 2010 que lo estrené, para mí es un honor y un privilegio haber tomado el testigo de Lola Herrera, la admiro mucho, la quiero mucho como persona, y para mí fue un honor y un privilegio recibir este personaje fantástico y tan conocido por todos en España. Todo esto fue un estímulo para emplearme a fondo y hacerlo lo mejor posible.
¿Cuáles son los aspectos más difíciles a la hora de interpretar este personaje?
Siempre digo que cuando te cae un personaje tan bien escrito como es la Carmen Sotillo escrita por un maestro como es Miguel Delibes la verdad es que inspira mucho respeto porque el listón está muy alto, pero el autor te da mucho trabajo hecho. Cuando te llega un personaje mal escrito es dificilísimo interpretarlo, darle sentido, lógica, cordura… pero cuando es un caso como éste la verdad es que el autor prácticamente ya ha hecho el trabajo por ti y yo intento ser un vehículo lo más neto posible entre la pluma del autor y el oído y el ojo del espectador.
¿Cómo se afronta estar en solitario encima de un escenario?
La verdad es que a mí me gusta muchísimo. Era lo que me planteaba cuando empezamos el proyecto porque nunca antes había hecho un monólogo y dices, voy a estar yo sola en el escenario, cómo se hace esto, si te quedas en blanco… pero la verdad es que la exigencia de atención es tan grande porque no abandonas el escenario ni el personaje que al final te concentras como nunca antes habías hecho. No hay un decorado que cambia, ni personajes que te distraen… es como un momento de trance y la concentración es mucho mayor. Y a día de hoy, y tras cuatro años, no me he quedado nunca nunca en blanco, cuando en otras funciones sí me ha pasado. Y a mí me gusta mucho este tipo de obras porque la conexión es más íntima con los espectadores, puedes sentir mucha más intensidad y sentirlo como lo hace el público.
¿Cómo ha estado funcionando ‘Cinco horas con Mario’?
Muy bien. Yo todavía me pellizco para ver si estoy soñando cuando leo las críticas que recibo porque era un riesgo si no salía bien porque había un referente excelente que me precedía que era Lola Herrera que lo había hecho con todo su talento y durante casi tres décadas y ha llenado unas cuantas páginas de nuestra historia teatral y hacerlo mal hubiera sido muy sonado. Por eso aún me pellizco al leer las críticas que he recibido, pero también tengo que decir que, algún mérito tendré, que me siento afortunadísima por la calidad del personaje de Delibes y porque también no se puede tener más suerte como actriz porque he estado rodeada por un equipo que estuvo con Lola Herrera desde el primer momento y la información que habían recabado durante casi esas tres décadas con Lola y probablemente serán las personas que más saben de Delibes en el mundo. Entonces la información que pusieran en mis manos hubiera sido un pecado hacerlo mal, y la verdad es que he tenido mucha suerte porque he estado arropadísima.
No es su primer papel en teatro, pero sí es un cambio de registro, al menos si echamos la vista atrás con ‘Cabaret’, ¿cuál prefiere, por cuál se decanta?
Ahí quiero puntualizar que no es la primera vez que hago dramas, llevo muchos años haciendo teatro y la verdad es que he hecho de todo. Pero igual que en otros países nos sucede, en España tendemos a catalogar y clasificar a los actores, y si apareces en un musical, parece que no puedes hacer un drama… y es la pregunta constante. Los actores precisamente lo peculiar y en lo que consiste nuestro trabajo es en meternos en pieles distintas y hay diferentes formas de hacerlo. Y así como en Estados Unidos no sorprende que Meryl Streep haga Mamma Mia, aquí sin embargo parece que si haces una cosa no puedes hacer otra, pero afortunadamente la mentalidad está cambiando por los musicales que ya van teniendo una continuidad en el panorama teatral y sobre todo porque las nuevas generaciones no tienen esa segmentación mental y saben que tienen que prepararse para ser todoterreno.
Esa es una cuestión que destacan de su trabajo como actriz que es la versatilidad, ¿cómo se consigue pasar de un personaje dramático a otro cómico, por ejemplo?
Pues haciéndolo. El jueves por ejemplo he estado en Zaragoza haciendo ‘Hacemos un trío’ que es un espectáculo que es un cabaret, que es musical, en el que se hace un recorrido de los musicales por España y cantamos canciones y es un musical de pequeño formato y este viernes en Madrid y el sábado, en El Puerto, con ‘Cinco horas con Mario’, y hay que hacerlo y no tiene más. Y además es lo ideal, lo terrible para los actores es cuando tienes que hacer el mismo tipo de personajes y ahí es cuando te haces un lío, hacer personajes distintos es maravilloso, es hacer algo distinto de ti y hacer personajes muy distintos.
Ahora además esta compaginando estas funciones con la grabación ‘Velvet’, ¿cómo se está organizando?
Se puede porque hay tiempo para todo. Además en ‘Velvet’ teníamos grabados nueve capítulos y hemos estado desde octubre esperando la emisión y ahora se reinicia la grabación, además fundamentalmente estoy con los dos espectáculos y las grabaciones son de lunes a viernes y las actuaciones de teatro suelen ser los fines de semana y hay tiempo para todo y me quedan días libres.
¿Cómo ha acogido el equipo que hiciera ‘Velvet’ en su estreno un 24% de cuota de pantalla?
Esto es una gran noticia. Todo el mundo está feliz en Galerías Velvet, es una sorpresa que tenga un éxito de tal envergadura, pero en realidad creo que todos contábamos con que iba a ser un éxito, aunque yo he dicho siempre que, probablemente, sería el éxito de la temporada de Antena 3 porque he visto durante meses como se trabaja, el nivel de excelencia en todos los sentidos, desde el guión, la dirección, la producción, los decorados y el reparto que es un lujo. Me siento rodeada de algunos de los nombres más importantes del mundo de la interpretación como José Sacristán o Aitana Sánchez Gijón y a veces tengo que echar mano de mi entrenamiento como actriz para no sentarme a deleitarme con lo que está haciendo porque son maravillosos. Y bueno nunca se sabe cuando algo va a ser un éxito o no, pero esto tenía todos los ingredientes para serlo y ha sido la gran alegría que ha sido un éxito arrollador.
Su idea es continuar combinando televisión y teatro, ¿no?
Siempre he dicho que es lo ideal. Mi gran pasión y la vocación de mi vida es el teatro y, de hecho, tardé muchos años en hacer televisión, pero cuando empecé a hacerla me di cuenta que son complementarios y compatibles, pero además sucede una cosa fantástica con la tele que es que atrae muchos espectadores al teatro y a veces suceden cosas que parecen milagros. Por ejemplo, en la última actuación de ‘Hacemos un trío’ en Valencia teníamos una espectadora serbia y rusa y no era la primera vez que venían. Y viene gente de todas partes donde se han exportado las series y te han visto. Es algo maravilloso y yo, que debo confesar que en principio tenía reticencias con la televisión, al final, aunque reconozco que yo donde de verdad disfruto es en un escenario, hay que hacerla. Porque no sabes la satisfacción que da cuando te dicen que nunca habían ido al teatro, pero se han decidido a ir porque les gustó el personaje que hacía en una serie de televisión y dices voy a seguir haciendo tele porque tengo esa capacidad de atraer gente al teatro que es tan importante aunque esté tan maltrecho en estos momentos.
Además de las obras y la serie, ¿qué otros proyectos tiene en mente?
Tengo un proyecto de teatro pero no puedo hablar de él. Es a corto y medio plazo, las cosas llevan sus tiempos y, a veces, no es conveniente decirlo. Aun así no abandono ni ‘Cinco horas con Mario’, ni ‘Hacemos un trío’ y mientras los calendarios lo permitan son dos proyectos que me apasionan y que no quiero abandonar.
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