Sevilla

El Colegio de Enfermería lleva al Defensor la falta de protección

La entidad pide a Jesús Maeztu que "investigue la actuación de la Consejería de Salud y de cualquier administración territorial implicada"

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  • Personal sanitario con protección. -

El Colegio de Enfermería de Sevilla presentó este martes una denuncia ante el Defensor del Pueblo Andaluz  en defensa de los intereses generales de la profesión enfermera y de los ciudadanos a raíz de la situación actual que se vive con motivo de la crisis del coronavirus. “La administración sanitaria no ha garantizado la protección de nuestros enfermeros, que son quienes luchan en primera línea y quienes más tiempo pasan a pie de cama de los pacientes que son sorprendidos por la enfermedad, por lo que, como corporación colegial, hemos pedido al Defensor del Pueblo Andaluz que investigue la actuación de la Consejería de Salud y de cualquier Administración territorial implicada”, afirma José María Rueda Segura, presidente del Colegio de Enfermería de Sevilla.

Tres semanas después de que comenzara el estado de alerta por el Covid-19 las autoridades sanitarias solo han mostrado pasividad a la hora de dotar a los profesionales de equipos de protección individual, tales como mascarillas FFP2, batas impermeables, protecciones oculares adecuadas y guantes, en cantidades suficientes como para prestar cuidados con total seguridad. “Las autoridades sanitarias siempre aseguraban que el material iba a llegar en un plazo que en todo momento se ha incumplido”, apostilla Rueda Segura.

Además de carecer de los EPIs, los enfermeros/as tampoco han tenido alcance a los test del Covid-19, por lo que ejercen la praxis sin la seguridad de no haber contraído la enfermedad. “Nuestros enfermeros y enfermeras están dando lo mejor de sí mismos, dejando a un lado sus intereses, separándose ya no de sus familias, sino de sus propios hijos -cuando tienen opción de pernoctar aislados-, o exponiéndolos a un contagio asegurado, cuando la realidad podría ser bien distinta. Además, la no realización de la prueba diagnóstica condena a compañeros de profesión a un contagio asegurado e incluso a pacientes sanos que acuden a centros sanitarios por motivos ajenos al Covid-19”, comenta el presidente del Colegio de Enfermería de Sevilla.

Otro aspecto importante que es una reivindicación constante de esta entidad colegial y que nunca ha sido atendida por los gobiernos regionales es la necesidad de contar con un número suficiente y adecuado de enfermeras y enfermeros. “No se están haciendo contrataciones de nuestros profesionales, por mucho que se asegure lo contrario. Esto está castigando al colectivo con sobrecarga de trabajo en momentos tan duros como éstos, cuando realmente harían falta refuerzos que son perfectamente posibles. Y es que en la Bolsa de Trabajo Temporal del SAS hay inscritos 16.000 enfermeros/as atentos al teléfono esperando a que suene”, aclara Rueda Segura. Se trata de un dato relevante, puesto que Andalucía siempre ha ocupado un lugar precario, ya que se sitúa como la penúltima en cuanto a ratio de enfermeros/as por cada 100.000 habitantes (459), a la cola en comparación a la media de las regiones españolas, en algunas de las cuales incluso llega a doblarse el número de enfermeras por habitante.

Todo, en su conjunto, ha desembocado en una cifra alarmante, un 23% de sanitarios contagiados en Andalucía, algo inadmisible, y que está por encima del 14% del personal sanitario infectado a nivel nacional. Además, si se toman como referencia países donde la crisis ha golpeado con similar virulencia, tendríamos un 9% de sanitarios contagiados en Italia y un 4% en China. Y va en aumento, si se tiene en cuenta que las únicas medidas de protección con las que cuentan los enfermeros/as de la capital hispalense y provincia están realizadas a nivel casero, con materiales no homologados y gracias a la bondad y solidaridad de la población a nivel particular. “¿En nuestro sistema sanitario que es del los mejores del mundo ocurre esto? Increíble pero cierto”, dice el presidente de la Enfermería sevillana.

La realidad es que hay un empeoramiento de la situación que se entiende cuando se presencian escenas vergonzosas en las que los sanitarios se cubren con bolsas de basura al carecer de batas impermeables y buscan la manera de “desinfectar” la única mascarilla que tienen con la intención de reutilizarla. “Hablamos de usar lejía para lavar mascarillas de un solo uso, es decir, usar un producto corrosivo que es incompatible con la piel, con las inhalaciones y con la sensibilidad ocular, y menos en un largo turno de trabajo”, comenta Rueda Segura.

“Tenemos un problema, tanto de salud pública como de prevención profesional y control de la enfermedad, y que en muchos casos está siendo incompatible con la vida”, concluye Rueda Segura. Es por ello que el Colegio de Enfermería de Sevilla espera los resultados de la investigación por parte del Defensor del Pueblo Andaluz con la finalidad de poder dar solución de manera satisfactoria y cuando antes a esta pandemia que está poniendo a prueba a la profesión enfermera y a toda la población.

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