Mala cosa que se estén dando tantas versiones contradictorias sobre un master cursado por la presidenta de la Comunidad de Madrid. Mala cosa para Cristina Cifuentes. Dice eldiario.es que se matriculó en un máster de Derecho Autonómico en 2011 y dos años después una funcionaria cambió dos “no presentados” por dos “'notables” que le permitieron recoger su título con el agravante de que uno de las asignaturas era el Trabajo Fin de Master, que no está accesible.
La principal contradicción de la historia de este Master en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid estriba en que ella misma – la presidenta- ha confesado que se volvió a presentar para aprobar los contenidos de los queno se había presentado y la universidad manifiesta que lo aprobó todo, por lo que no tenía que hacerlo. Son explicaciones incompatibles e increíbles. Los profesores de la universidad no pueden reconocer que falsificaron las notas porque tendrían que asumir responsabilidades y rodarían cabezas. Ahora Cifuentes dice que “en este contexto se enmarca la confusión inicial respecto a las dos asignaturas supuestamente pendientes, que en realidad se habían cursado en el año 2011-2012, junto con el resto de las materias”. La presidenta tampoco puede resbalarse porque es la máxima autoridad política de las universidades madrileñas.
Cifuentes defiende "la legalidad de todo el proceso" y lo acredita acogiéndose a lo manifestado par la Universidad y adjunta certificados varios, sin rueda de prensa ni prestarse a preguntas. El rector dijo que Cifuentes aprobó y que todo se debió a un error de transcripción al pasar las notas a la plataforma digital de las calificaciones. Otros profesores dicen que esto es imposible técnicamente.
La Universidad Rey Juan Carlos arrastraba la mala fama de haberse ya producido un caso escandaloso del anterior rector. Renunció a presentarse tras haberse comprobado sus numerosos plagios –al menos veinte- después de haberlo negado durante tiempo. Este caso no podrá alargarse porque llueve sobre mojado. Las explicaciones de la interesada no incluye el trabajo final.Ahora todo el mundo ansía leerlo: “El sistema de reparto competencial en materia de seguridad ciudadana”. Pero no lo encuentran, de momento.
Con seguridad el caso no está zanjado y tiene recorrido porque quedan dudas pendientes. La trasparencia de los responsables públicos debe ser total, porque el currículo es una parte de la tarjeta de presentación de quienes dirigen la vida pública.
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