Aunque ambas partes ya no mantienen relación alguna con el inmueble, en su momento se comprometieron a sufragar al 50% las pérdidas materiales sufridas por los inquilinos. De hecho, éste era uno de los aspectos claves que permitió el acuerdo mediante el cual la Junta de Andalucía adquirió la finca y garantizó el regreso de los residentes, cuando acometa su reforma.
Y a eso se agarra, precisamente, la abogada de los moradores, Carmen Tejonero, quien el pasado martes se dirigió por fax a los anteriores propietarios para advertirles de que cuentan con una semana para iniciar negociaciones. Si transcurrido ese periodo, éstos siguen sin responder, la letrada adelanta que emprenderá los trámites oportunos para defender los derechos de sus representados en el juzgado de lo civil.
“Hemos esperado todo este tiempo porque los inquilinos siempre han querido resolver el tema de una forma amistosa”, explicaba ayer Tejonero a este periódico. Por eso, lamentó el silencio esgrimido hasta ahora por quiénes eran los responsables del edificio cuando se produjo el grave accidente, que a punto estuvo de provocar una desgracia personal. Del mismo modo, recordó cómo tanto unos como otros aseguraron “delante de la delegada provincial de Vivienda, Silvia López”, que pagarían a los residentes los perjuicios causados por el derrumbe.
Sin embargo, hasta la fecha ni siquiera han presentado una contraoferta a las valoraciones económicas que la letrada les envió entre los meses de abril y mayo.
Una semana de plazo
Así las cosas, Tejonero ofrece de plazo hasta el lunes. Si para entonces la situación permanece igual, la abogada piensa dar un paso más en esta batalla con el fin de que los damnificados logren sus compensaciones. A partir de ese día, “me reuniré con ellos y comenzaremos a preparar la demanda judicial”, aseveró.
Los vecinos no han desvelado a cuánto ascienden las cantidades que demandan. Pero una de ellas, María, recalcaba recientemente a este medio que las peticiones son “mínimas” en comparación con el menoscabo padecido. Por otro lado, no hay que olvidar que los afectados apenas dispusieron de una hora para sacar sus objetos personales del inmueble, quedándose allí muchas de sus pertenencias. Y a eso añadía María, además, el “daño psicológico” que, según dijo, algunos han de sobrellevar desde el percance.
Entretanto, los residentes continúan realojados hasta que la Junta ejecute la remodelación de Paco Alba, 5 y puedan retornar a sus hogares. La actuación supondrá una inversión de 1.080.100 euros y la construcción de siete pisos, de los cuales seis tendrán dos dormitorios y el otro tres.
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