Efectivos de bomberos tuvieron que intervenir la madrugada de ayer en la extinción de tres coches que salieron ardiendo en la Zona Este, concretamente en la calle Budapest, sin haber trascendido las causas por las que se originó esta deflagración que alcanzó grandes proporciones, la prueba, los más de 3.000 litros de agua que empleó una dotación compuesta por siete bomberos que se desplazó hasta el lugar a las 5.00 horas con un vehículo rural y una autobomba urbana pesada. Hicieron uso además de tres equipos de respiración autónoma y dos mangueras de veinticinco mil litros.
En menos de una semana se han registrado dos incendios, el primero, la madrugada del miércoles en Los Naranjos, suceso en el que se vieron afectados una moto y tres coches a causa de un intento de robo de combustible. En el sofocado ayer ardieron tres automóviles, un Ford Focus, un Wolkswagen Golf y un Peugeot.
Que no cunda el pánico porque son "hechos aislados"
Los dos incendios ocurridos esta semana tienen varias cosas en común. Se producen de madrugada y sus autores se ensañan con quemar vehículos en diferentes puntos de la ciudad. El primero, en unos aparcamientos de Los Naranjos, y el segundo en la Zona Este. Ambas, zonas aparentemente tranquilas. Los motivos que les llevan a incendiar transportes no han trascendido. La Policía investiga en estos momentos si los últimos incidentes son obra de vándalos o de algún pirómano.
Mientras tanto, los vecinos muestran su intranquilidad y desconcierto por lo que dicen que es una falta evidente de seguridad ciudada, tal y como explicaban los vecinos de Los Naranjos. De otro lado, el delegado de Seguridad, Juan Manuel García Bermúdez, y el comisario, Andrés Garrido, insisten en que son hechos aislados.
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