La innovación también llega al deporte en Málaga, con una nueva actividad de fitness que une artes marciales sobre una bicicleta; su creadora: Clara Santiago, una licenciada en Ciencias de la Comunicación y cinco veces campeona de Andalucía senior en kumite femenino.
Esta joven malagueña, vitalista y sonriente, vivió y vive muy de cerca la problemática del cáncer de mama. Y de su experiencia personal y profesional encajó las piezas e ideó el método deportivo Sincrobox. “Todo surgió hace cuatro años por mi entorno: mi tía murió de cáncer de mama y mi prima lo tiene”, explicó la también campeona en 2010 del Open Internacional de Murcia en veteranos, quien añadió que “veía los ejercicios que le mandaban y las limitaciones que tenían; les faltaba hacer un deporte adecuado”.
Equipo multidisciplinar
“Al principio probaba los ejercicios, donde fusionaba un popurrí de artes marciales como el tai chi, king boxing, kárate con golpeo y paradas, con mis compañeros de clase, después con la gente del gimnasio y comencé a centrarme en el camino del cáncer de mama”, comentó Clara Santiago que insistió en que “realicé mi manual de adaptación y solicité ayuda a un conjunto de profesionales que se han acabado convirtiendo en mi equipo. Ellas me escucharon, lo estudiaron y no lo dudaron”.
La creadora informó que “doy clases abiertas en el O2 con más de 20 mujeres y ahora toca formar para que más personas puedan impartirlo”.
La primera consecuencia positiva que se comprobó con este ejercicio adaptado son los cambios anímicos y la mayor adherencia al ejercicio. “Esta actividad hace que las mujeres vayan a un gimnasio y hagan una actividad de fitness en la que cualquiera puede entrar. Se sienten integradas y se olvidan de su enfermedad”, puntualizó la malagueña.
En la jornada que acogió el Instituto Andaluz del Deporte (IAD) sobre Sincrobox, como ejercicio físico para mujeres operadas de cáncer de mama, diferentes profesionales de la salud informaron sobre los beneficios de este método.
Asimismo, la fisioterapeuta y karateca Regina Candel, encargada de las mediciones fisioterápicas del estudio y la supervisión de las sesiones, anunció que “el sistema ayuda a mejorar la postura ya que al sentarse en una bicicleta, entre otros muchos beneficios, se logra estar con la espalda recta, ayuda al equilibrio, se mejora la movilización de los miembros inferiores y superiores, además de potenciar la musculatura en su conjunto”.
Asimismo, “esta actividad fortalece el cuerpo, favorece la circulación sanguínea, reduce el porcentaje de grasa corporal y potencia la capacidad de resistencia al ejercicio”, describió Regina Candel que, en su opinión, “aumenta la estabilidad, disminuye los riesgos de lesión, mejora la condición física en general, corrige la postura, se produce una alineación de la columna vertebral y se incorporan patrones de movimientos nuevos”.
Además, entre las sensaciones que las propias mujeres señalaban tras realizar la actividad durante dos horas a la semana se recogieron “un mejor descanso por las noches, mayor agilidad en los movimientos y, sobre todo, la incorporación a la vida diaria del miembro superior afectado tras la operación”, concluyó la especialista.
Mejor autoestima
En cuanto a los aspectos psicológicos, María Victoria Cerezo, psicóloga de la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Málaga (Asamma) y encargada del área en el estudio, afirmó que “se desarrolla la capacidad de concentración, refuerzan la memoria y tienen una sensación de rejuvenecimiento físico y emocional, que favorece su capacidad para afrontar retos cotidianos”.
“Y decir que practicas artes marciales pues mola”, bromeó la psicóloga, quien hizo hincapié en que “la mayoría de las mujeres tiene miedo y desconocimiento a la vida de después y no hacen deporte lo que les lleva al sedentario, sobrepeso, recaídas, baja autoestima y peor salud mental y física”.
“Hay que trabajar ese miedo y estar bien informadas. Vencer el miedo a coger pesas, que no peso, e introducir para siempre el deporte en la vida, como vestirse”, aconsejó.
Trabajar con peso, la clave innovadora
Inmaculada Conejo, fisioterapeuta especialista en Drenaje Linfático Manual y Vendaje Neuromuscular y directora de la Clínica LINFOX, es la encargada de la selección de variables de inclusión y exclusión del estudio y de la revisión de los ejercicios de Sincrobox adaptados a mujeres operadas de cáncer de mama. Desde el punto de vista de la fisioterapia, la especialista hizo hincapié en que “lo que nos pareció más innovador era trabajar con peso, ya que no se había hecho en España con mujeres con cáncer de mama”.
“Y se ha visto que los linfedemas no han empeorado, sino que al contrario, han mejorado mucho su postura y la motivación mientras que disminuían sus dolores musculares”, comentó la experta, quien añadió que “se pensaba que podían hacer ejercicio sin levantar peso aunque el movimiento siempre estuvo prescrito; pero la verdad es que ha sido bueno tanto para la movilidad del hombro como para mejorar el edema en el brazo”.
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