La semana pasada nos sorprendía la noticia de la ruptura del equipo de gobierno y del cese en sus funciones de los cuatro concejales de Levantemos El Puerto. Con los datos que se conocen, no se entiende cuál ha sido el verdadero motivo que ha dinamitado el pacto de gobierno y ha mandado a la oposición a los cuatro concejales de Levantemos El Puerto.
Su campaña en contra de los parkings no dejaba lugar a dudas de que evitar su construcción era algo consustancial a la nueva formación. Con todo, por estar dentro de un pacto de gobierno, la postura de Levantemos El Puerto parece que se había suavizado ya que en el momento de la verdad no se han opuesto a que se aprobara la licencia del Parking, simplemente no la han votado a favor.
El levantarse de una votación es un gesto que evidencia el desacuerdo con la mayoría pero sin buscar el enfrentamiento directo. El que no vota en un sentido ni en otro hace como Pilatos, se lava las manos. Dadas las circunstancias, creo que era lo más suave que Levantemos podía hacer. En el fondo, no deja de ser un acto de hipocresía.
Lo mismo que decir su portavoz que hubiera preferido que se aprobara por silencio administrativo.
Con la reacción de quitarles las competencias, en vez de dejar en evidencia su posición tibia se les ha convertido en mártires. Así parece que son los únicos que han estado dispuestos a cumplir con la palabra dada cuando en el fondo tenían aceptada ya una realidad, la de que los parkings se van a construir y sólo han buscado un modo de salvar la cara ante el electorado.
Quedan tres años y esto todavía va a dar muchas vueltas. Porque yendo como van juntos a las generales IU y Podemos, formación a la que mira Levantemos El Puerto, y compartiendo muchos puntos programáticos, la postura de IU es ahora mismo la más incómoda.
A los que habrá pillado con el pie cambiado es a los concejales del PP que aún tienen a dos pollos en el corral. Qué estrés no saber a cuál de los dos hacerle la pelota. Porque hasta la ruptura del pacto se daba por seguro que Beardo sería el candidato y todos habían vuelto su mirada hacia él, pero con la ruptura se vislumbra que la Alcaldía puede volver a estar a tiro y las cosas ya no están tan claras. Más de uno habrá vuelto a ponerle “caritas” a Candón, por lo que pueda pasar.
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