En medio de la crisis de la matriz Abengoa, y como consecuencia directa de esta, se produjo en noviembre pasado el relevo al frente de la dirección de su principal filial, Abengoa Yield (renombrada como Atlantica Yield). Javier Garoz, que fue nombrado consejero delegado en mayo de 2015 para sustituir a Santiago Seage -quien pasó a ocupar ese mismo cargo en la matriz Abengoa-, dejó la empresa de forma fulminante solo seis meses después. Lo que se ha conocido ahora es que esa salida se saldó con una indemnización de 1,42 millones de dólares para Garoz -1,3 millones de euros-, según recoge el informe anual de Yield del año 2015.
Garoz trató realmente de aislar e independizar a Yield de la crisis de su matriz, Abengoa, desatada en agosto. Una estrategia que chocó con la voluntad del expresidente ejecutivo y presidente de honor hasta la semana pasada, Felipe Benjumea. Este concebía a Yield como el refugio de los mejores activos y de sus directivos más afines ante la caída de la matriz Abengoa. La salida de Garoz se produjo el mismo día en que Abengoa presentó el preconcurso de acreedores, el 25 de noviembre.
En paralelo a su marcha se produjo el nombramiento de Santiago Seage como nuevo director general. Seage, el directivo más cercano a Benjumea junto al que fuera consejero delegado, Manuel Sánchez, fue justamente el primer director general de Yield desde el nacimiento de esta empresa en junio de 2014 y hasta que dejó el puesto a Garoz en mayo de 2015.
Además de la de Garoz, en septiembre ya se produjo la abrupta salida del exdirector financiero de Yield, Eduardo Soler, que ha sido sustituido el mes pasado por el que fuera jefe financiero del Metro de Madrid, Francisco Martínez-Davis. Benjumea ha colocado además a su cuñado en esta misma área financiera, así como a otros directivos y empleados de Abengoa, especialmente los más cercanos o afines a las aún familias propietarias. Un goteo constante desde hace meses.
Ratificación
La designación de Seage como primer directivo de Yield debe ser aún ratificada en la junta de accionistas de 2016 de la empresa, en la que Abengoa tiene el 41,5%. Está por ver si un cambio de dueños en Abengoa, como consecuencia de la toma de control de la empresa por bancos y bonistas para rescatarla y evitar el concurso, llevaría a sus representantes en la junta a no ratificar a Seage.
Por las labores que realizó Seage como consejero delegado de Yield entre enero y mayo del pasado año, cobró 155.000 euros -que le abonó Abengoa por el tiempo que dedicó a esa tarea-. En 2014, por su trabajo de dirección de Yield un semestre cobró algo más, 158.000 euros.
Aún no se ha publicado el informe de gobierno corporativo de Abengoa del año 2015 en el que se recogerá el sueldo pagado a Seage por sus seis meses como consejero delegado. Lo que sí se ha conocido ya es que no percibió indemnización como consecuencia de su salida de Abengoa para volver a dirigir la principal filia, que cotiza en el índice tecnológico Nasdaq de la bolsa de EEUU.
La indemnización de Garoz se suma a la recibida por el exjefe de Abengoa, Sánchez Ortega -4,45 millones- y Benjumea -11,5-. Ambas investigadas en la Audiencia Nacional.
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