Los resultados anuales de 2015 de Airbus, presentados en Londres por su presidente, Tom Enders, han vuelto a girar en torno a dos vectores que vienen repitiéndose en los últimos años. Primero, la sólida evolución del grupo en sus grandes magnitudes, ya que las ventas crecieron un 6%, hasta 64.000 millones de euros, y el beneficio neto asciende a 2.696 millones, el 15% más.
Pero, segundo, los dolores de cabeza que siguen provocando en el gigante aeronáutico los problemas tecnológicos e industriales que arrastra el A400M, el avión militar que se ensambla en Sevilla. La responsable industrial del programa, la española Pilar Albiac, ha salido del grupo este mes de febrero por estos problemas, aunque Enders desligó un tema de otro y elogió la labor de la directiva.
Sin desglose
En total, la propia Airbus en su presentación oficial reconoce que las pérdidas por los riesgos y desafíos del A400M, y los del modelo civil A350 -que está también en su etapa de lanzamiento industrial- ascenderán a casi 5.000 millones en el peor escenario. Tres mil millones corresponderían al periodo 2016-2018. El resto de 2018 en adelante. La empresa, consultada, aseguró que no desglosa qué pérdidas potenciales corresponderían a cada programa.
Enders señaló que la empresa tratará de evitar cargas adiciones a futuro, pero al tiempo advirtió que no existen garantías para que estas no se produzcan. Y tachó de “fútil” especular con futuras pérdidas y con su cuantía. Entre 2014 y 2015, Airbus se ha anotado pérdidas de 841 millones de euros. Enders mostró su confianza en el presidente de Airbus España desde hace un año, Fernando Alonso, en el desarrollo de la aeronave.
“Hemos realizado once entregas en 2016, no podemos quedarnos a ese nivel aunque las dificultades persistan”, añadió el primer directivo de Airbus. El objetivo de la empresa es fabricar 23 aviones este año y entregar 20 -dos de ellos ya han sido recibidos por Reino Unido-. El A400M genera en Andalucía un impacto directo anual de 231 millones de euros, según los cálculos del catedrático sevillano Manuel Alejandro Cardenete.
Con respecto al A350, que se ensambla en Toulouse, genera un negocio aeronáutico con la comunidad de unos 110 millones de euros al año, según los datos de la Fundación Hélice del año 2014. De esa cifra, 40 millones corresponden a los subcontratistas.
La compañía está negociando con los siete clientes del A400M un nuevo calendario de calificación de las capacidades militares y las entregas, así como una revisión de las fórmulas de aumento de precio. Esas fórmulas se refieren a la actualización sobre todo de los precios de los materiales y de la mano de obra, pero no implican un reajuste de las condiciones del programa. Enders respondió con cierta ironía que no cree que los países que han encargado el A400M quieran hacerse cargo de los “problemas internos” de su empresa.
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