Aunque en febrero los resultados fueron mejores que en el primer mes del año, el acumulado desciende con respecto al mismo periodo de 2008. El tráfico portuario bajó casi un 39 por ciento. Entre enero y febrero se movieron 353.878 toneladas menos que el año anterior.
En el desglose de los datos según los tráficos, la mercancía general es la que menos pierde. El puerto contabilizó 317.885 toneladas movidas, lo que representa un 27,22 por ciento menos. Aquí, se incluyen el tráfico rodado y los contenedores (lo-lo), cuya actividad se ha visto afectada por la situación económica, pese a las conexiones con Canarias. De esta manera, el tráfico ro-ro (que incluye Canarias y Marruecos) movilizó 193.536 toneladas en enero y febrero, lo que supone un descenso del 12 por ciento. Mientras, el tráfico de contenedores (lo-lo) movió 124.349 toneladas, es decir, un 43,8 por ciento menos. Esta reducción es consecuencia de la bajada del número de contenedores al contabilizarse 15.415 TEUS frente a los 22.681 registrado en el mismo periodo de 2008.
La situación se agrava con los graneles sólidos. La bajada de este tráfico es coyuntural a la crisis del ladrillo. Es sabido y reconocido que el parón de la construcción iba a suponer una reducción de este tráfico, que en 2008 movilizó gran cantidad de elementos para hacer cemento, especialmente, clínker. La pérdida de este mercado ha mermado las posibilidades de este tráfico, que en tan sólo dos meses ha descendido a la mitad. Entre enero y febrero se movieron 203.078 toneladas de graneles sólidos frente a las 433.657 toneladas movidas en 2008. Ello supone una rebaja del 53,17 por ciento.
En cuanto a los graneles líquidos, este tráfico nunca ha sido elevado, pero también pierde fuerza. Aunque en febrero de 2009 se lograron mejores resultados que en ese mes de 2008 con casi 1.000 toneladas más (10.286), el acumulado del ejercicio es negativo. El descenso es del 49,30 por ciento tras moverse tan sólo 15.663 toneladas.
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