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Ana Alonso Lorente

Con mayúsculas, así he querido poner a propósito el nombre y apellidos de una persona, que me merece todos mis respetos y admiración por su talento, capacidad de trabajo y saber hacer...

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Con mayúsculas, así he querido poner a propósito el nombre y apellidos de una persona, que me merece todos mis respetos y admiración por su talento, capacidad de trabajo y saber hacer. Una persona que demuestra que en la vida no hace falta ir avasallando ni atacando a los demás para sacar las cosas adelante. Una mujer que demuestra que no hace falta hacer bandera de serlo para defender sus objetivos.

El viernes pasado tuve la enorme satisfacción de asistir a la despedida homenaje que le hacía la Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales de Cádiz (AMEP), que ella ha presidido y comandado durante algo más de ocho años. Una despedida motivada por su recién nombramiento como presidenta de la Federación Andaluza de Mujeres Empresarias. Y quiero sumarme al citado acto con estas líneas, para aquellos que no la conozcan o la conozcan poco.

Conocí a Ana en el año 1998 siendo ella directiva de la recién creada AMEP, que por entonces estaba presidida por la actual gerente del Consorcio del Bicentario, María Luisa García Juárez, y tuve más tarde algunos contactos con ella por motivo de su profesión. Puedo asegurar que ya desde entonces me pareció una persona llena de sensatez, con unas formas exquisitas. No puedo presumir de ser gran amigo suyo, lo que me permite, quizás, poder ser más ecuánime e imparcial a la hora de valorarla.

Nació en Guadix, pero desde los 13 años reside en El Puerto de Santa María, en donde se crió y educó, por lo que nadie podrá dudar de su gaditanismo. Estuvo casada con un marino mercante, lo que la llevó a viajar por más de medio mundo, conocer diversas culturas, saber de la dureza de los temporales, de los, algunas veces, interminables días de mar y de gozar de una naturaleza que parece infinita. Quizás ésta fue la escuela en donde aprendió a tener paciencia y mesura.

Ya en tierra tuvo la oportunidad de estar en política, pues fue concejala desde 1987 a 1991 y teniente alcalde de Cultura, pero no quiso seguir. Me imagino que la experiencia obtenida le serviría para saber que cuando se quiere hacer algo más la política sólo sirve para los mediocres

Licenciada en Psicología por la UNED, en el año 1994 fundó su propia empresa, Psicas, dedicada a la Consultoría. En el año 1997 fue de las fundadoras de la AMEP y en el año 2000 se convertiría en su presidenta. Su labor como tal ha sido ingente, pues ha conseguido integrar en ella a las asociaciones empresariales de mujeres del Campo de Gibraltar, Jerez y la Sierra además de las de la Bahía de Cádiz. Actualmente es vicepresidenta de la Confederación de Empresarios de Cádiz

Hace unos años, el 2006 en concreto, fue nombrada por la Junta de Andalucía presidenta de la Plaza de Toros de El Puerto de Santa María. No soy aficionado a esta que llaman Fiesta Nacional, por lo que desconozco el mundo que la rodea, pero me da la impresión que no debe haber muchas mujeres como presidentas de cosos taurinos.
Como verán todo lo relatado indica que es una persona poco común, de las que no les hace falta presumir de ser trabajadora o de ser mujer, de las que con el diálogo y la razón ha llegado donde ha llegado, y, seguro, que no es el final del camino, pues con alrededor de 50 años es mucho aún lo que se puede hacer.

Ana, como se dice en la Marina en los relevos del mando, enhorabuena al saliente y suerte al entrante. En este caso ambos son para tu persona.

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