Algo más de un centenar de personas se concentró en la tarde de ayer ante el Ayuntamiento para condenar la violencia de género y expresar su repulsa por la muerte de Miriam Tamayo. En la concentración también estuvieron presentes compañeros de la víctima, que estaba participando en un curso en la Escuela de Hostelería de Jerez que ayer llegaba a su final. Precisamente, desde esta misma entidad también denunciaron lo ocurrido en las redes sociales, donde el Grupo Romero Caballero lamentó haber perdido a una alumna “con mucha vida”.
Por su parte, la alcaldesa, María José García-Pelayo, relató que llegó al lugar de los hechos cuando la joven “acababa de morir”, de ahí que tuviera ocasión de compartir esos momentos con quienes habían sido testigos presenciales de la agresión. Precisamente por ello agradeció el “esfuerzo” de “muchas personas que sin conocer a Miriam” trataron sin éxito de “salvar su vida”, desde “una señora que gritó” cuando se estaba cometiendo el apuñalamiento hasta los profesionales de un centro médico cercano que “corrió detrás del asesino” e intentó reanimar a la joven.
Además de lamentar y condenar los hechos, el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, aprovechó la ocasión para advertir a la población de la necesidad de denunciar ante los servicios públicos “cualquier indicio” que pueda llevar a pensar en cualquier tipo de agresión.
Con la muerte de Miriam ya son tres las mujeres fallecidas en episodios de violencia machista en Jerez, mientras que su trágico desenlace eleva ya a cinco el número de víctimas mortales de violencia de género en Andalucía este año.
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