Gran partido el disputado por los andujareños y en el que después de ir perdiendo los dos primeros set, supieron mostrar la mayor superioridad técnica que atesoran a pesar del potencial físico del equipo de Campanillas.
La historia del partido es la historia de la apatía, del desconcierto, la descolocación y el no saber donde se está ni a que se juega. Parece por momentos que los andujareños se olvidan que en este deporte el trabajo defensivo, empezando por el bloqueo en la red y la tensión defensiva, son claves para ganar a cualquier equipo de la categoría y si no es así vendrán más derrotas como las que ya han venido.
Los primeros sets, aunque se empezó con cierta igualdad en ambos equipos con un intercambio de golpes, poco a poco se vió que la mayor envergadura y potencia en los remates de los campanilleros con la mala defensa del Gráficas la Paz, posibilita que rápidamente se ponga con 2-0 en contra (parciales de 25-15 y 25-21), lo que presagiaba un rápido desenlace del choque. Gutiérrez Menor introdujo cambios no habituales, pero no respondieron con los resultados apetecidos a excepción del jugador Diego, a la postre decisivo tanto por su aporte en recepción y defensa así como en la inteligencia en sus remates por zona cuatro.
La bronca del entrenador andujareño fue monumental al término del segundo set, y aunque en los sets anteriores introdujo numerosos cambios, debido a la baja forma de algunos de los jugadores habituales, fue en este cuando mantuvo el equipo con cierto equilibrio y capacidad de sufrimiento.
Poco a poco, apoyados en un buen saque y recuperando balones en defensa, el juego empezaría a equilibrarse un poco más, y se llegaba al empate a 24 y a partir de aquí, como consecuencia de dos grandes jugadas de defensa y ataque posibilitan terminar venciendo este tercer set por 25-27.
Esto animó a los jugadores del Gráficas La Paz y con un cuarto set fantástico de fuerza y garra propició el empate a dos sets con el resultado en el parcial de 19-25, produciéndose la lógica desolación de los malagueños y la autoconfianza de los andujareños, quienes venían de hacer un gran esfuerzo para empatar y que no podrían dejar pasar la ocasión para rematar el encuentro en la lotería del quinto set.
Este último y definitivo set empezó con fuerza y a pesar de un error inicial se remontó pronto poniendo una ventaja de 3 puntos 3-6, que suponía tener una buena ventaja si se sabía mantener, resultando importante el intercambio de puntos para acabar finalmente el set con el marcador de 9-15.
La confianza era máxima y poco a poco y aunque el trabajo colectivo de defensa en los últimos sets fue magnífico, no tenemos más remedio que destacar al jugador Diego Fuentes, que una y otra vez con su 1,75, machacaba a su opuesto, el colocador Iso, que con más de dos metros era incapaz de bloquearlo. También es justo reconocer la mejoría del colocador Verdejo en esta última fase del encuentro.
En definitiva buena capacidad de reacción pero habrá que corregir y trabajar el aspecto defensivo.
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