Acudir al médico, a un juicio, al banco o a una reunión de padres en el colegio se ha convertido en una tarea harto complicada para los 60 socios de APESORJE, la Asociación de Sordos de Jerez. Y es que llevan tres meses sin intérpretes de los tres que anteriormente trabajaban. Además aseguran que la Junta acumula una deuda de 2,5 millones de euros con la Federacion Andaluza de Personas Sordas, FAAS. De hecho, en la actualidad conviven con servicios mínimos. Antes esta situación la pasada semana el presidente de APESORJE, Pedro Vega, se reunió en Sevilla con el Defensor del Pueblo, José Chamizo, para que interviniera y se hiciera eco de su situación.
Llegan personas sordas desde toda la provincia, que ahora mismo se encuentran desamparadas sin los intérpretes, ni un servicio de orientación, y con la sede a medio cerrar. Tan solo cuentan con un intérprete dos veces por semana, gracias a un convenio que mantienen con el Ayuntamiento.
En Jerez hay unas 500 personas con discapacidad auditiva. De ellos, tan solo quedan 60 socios que pagan una mensualidad de 6 euros. El paro y la crisis han disminuido su grupo. Desde la FAAS, denuncian los recortes en subvenciones desde la Junta y el incumplimiento de la Ley de apoyo a la lengua de signos.
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