La delegada municipal de Fiestas, Genoveva Medina, vuelca todo su tiempo estos días en los preparativos que requiere el Belén Viviente, el cual organiza junto a su equipo de trabajo por sexto año consecutivo. Partiendo de la consolidación del Belén, Medina apunta a nuevas ideas para el futuro, así como a la proyección autonómica de la que goza definitivamente este gran acontecimiento social. Por lo pronto, la inminente edición quedará abierta al público a las 18.30 horas del próximo sábado, como es tradicional a la altura de la Cuesta de Belén. Se espera la presencia de 25.000 visitantes a lo largo del recinto monumental. La delegada entiende que la incorporación de un coordinador de Seguridad, Francisco Hueso, ha sido un paso en favor de la seguridad pública. El pasado viernes se reunió la junta local de seguridad, que ya tiene acumulada una importante experiencia que se convierte en garantía.
—Usted era entonces muy joven, ¿qué recuerdos guarda de los primeros belenes vivientes de Arcos?
—Particularmente, recuerdo con gran cariño el celebrado Debajo de la Peña. Mi padre trajo del campo un pato con el que mi hermano participó. En casa se formó una fiesta y recuerdo que en Arcos había una enorme expectación por ver la recreación en un paraje tan bello. Hace unos días, viendo por Sierravisión un resumen del Belén de 1997, estuve reflexionando sobre cómo ha evolucionado. El público no era el mismo en cantidad, tampoco había el mismo número de escenas que hoy día. Además, no se solía trabajar tanto las escenas. En definitiva, el Belén ha avanzado muchísimo.
—¿Como vivió los primeros años bajo su organización?
—Aunque la responsabilidad siempre es la misma, en los primeros años me invadía un cierto temor, por lo que estaba muy pendiente hasta última hora de los detalles y de que no faltara nada. Con los años he ganado en experiencia, y además la junta de seguridad ha jugado un papel importantísimo, así como los trabajadores del Ayuntamiento, ya que se implican los operarios de varias delegaciones: Infraestructuras, Casco Antiguo, Fiestas... También es cierto que cuando llegué al Ayuntamiento nos encontramos un belén viviente que apuntaba alto, es decir, que su listón estaba alto. Así lo reconozco, aunque creo que se ha mejorado en los últimos seis años gracias en gran medida a que el Belén cuenta con su propio equipo de trabajadores, que ya atesoran una experiencia muy importante. Junto a ellos, por supuesto, el trabajo incansable de los vecinos y figurantes. El Ayuntamiento asumió el trabajo del montaje de las carrozas de la cabalgata de Reyes, formándose a partir de ahí un equipo específico para el montaje de estos acontecimientos navideños. Se podría decir que el Belén ha ganado un equipo experto y un material muy importante para el montaje, con lo cual se evitan las improvisaciones y el uso de elementos que no sean correctos para la recreación. Como ejemplo, muchas escenas han ganado en realismo. Véase el horno de las panaderas, que parece de verdad. La puerta de Belén era una arco blanco y pelado, ahora tiene su propio marco de piedra que da la sensación de integración en el entorno.
—Todos los acontecimientos tienen un ciclo. El Belén, con 25 años de historia, ¿hacia dónde camina?
—Es cierto que las cosas, con el tiempo, se vienen abajo y cumplen su ciclo. Por ello, desde el Ayuntamiento hemos comenzado con el expediente para el nombramiento del Belén como de Interés Turístico de Andalucía, lo cual ayudará a este acontecimiento a nivel de subvenciones, promoción, etc. Con esas ayudas se puede renovar vestuario, las escenas, hacer una mayor publicidad fuera de la ciudad, etc. También es cierto que el ciudadano de Arcos puede percibir cierta monotonía ante el Belén, pero también es cierto que cada año tiene nuevos matices estéticos, y porqué no, sentimentales. Sin embargo, el Belén siempre es un acontecimiento para la gente de fuera, y cada vez viene más gente de todos los rincones de Andalucía. En este sentido, nuestro casco antiguo juega un papel primordial, pues es un lugar con un enorme atractivo turístico que se enrique con nuestro Belén Viviente. No olvidemos que es un revulsivo para la economía local, especialmente para los hosteleros, las tiendas y los servicios públicos.
—¿Qué novedades veremos este año?
—A la puerta de Belén se le ha hecho un castillete; la boda hebrea regresa a las gradas de Santa María; la carpintería se traslada de Bóvedas a Higinio Capote; en Bóvedas se instalará una nueva escena: la alfarería, interpretada por el director de la escuela de arte; en la calle Maldonado se instalará una escena de oficios hebreos artesanos; el palacio de Oriente se marcha a las puertas del castillo, y además las escenas de la plaza del Cabildo experimentarán una reorganización para hacerlas diferentes y, si cabe, más ordenadas, dejando incluso un espacio mayor para el público. La escena de los Reyes Magos también estrenará nueva decoración. En cuanto al número de figurantes, se repite la cifra de algo más de 400, como quedó de manifiesto en la convivencia celebrada hace unos meses.
—Un deseo.
—Que el pueblo de Arcos y los visitantes sigan mostrando ese cariño tradicional por este acontecimiento que abrazamos con gran ilusión. Espero que el tiempo sea clemente. Sin desmerecer otros belenes, el de Arcos tiene un sello de calidad único. Los visitantes y los vecinos son quienes mejor lo promocionan con su testimonio.
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