La Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sevilla ha aprobado en comisión ejecutiva incoar expediente para adjudicar la explotación del inmueble situado a los pies de la torre de Los Perdigones -en el interior del Parque del mismo nombre, entre las calles Resolana y Perafán de Ribera-, como quiosco bar, cafetería, restaurante sin música, y zona de veladores, así como su conservación, gestión y mantenimiento.
La licitación, "mediante procedimiento abierto con pluralidad de criterios de adjudicación", de la concesión demanial para el uso privativo de dicha edificación, de una planta de altura y con una superficie de 245,30 metros cuadrados, tiene establecido un canon (IVA excluido) de 45.560,82 euros anuales y un plazo de duración de 15 años improrrogables, según detallan fuentes municipales a Europa Press.
El inmueble, cerrado desde hace varios meses, se encuentra en "buen estado de conservación y mantenimiento a nivel de estructura y cerramientos". Cualquier reforma para adecuación al negocio correspondería al adjudicatario.
En este sentido, el planteamiento que lleve a cabo el mismo "se limitará a la realización de las obras tendentes a las modificaciones de distribución necesarias para la adaptación del inmueble al uso o destino de actividad de Hostelería Genérica, así como al cumplimiento de las distintas normativas en materia de accesibilidad tanto autonómica como local, urbanística, de instalación de terrazas veladores de edificación, de publicidad y contra la contaminación acústica".
Asimismo, dado que el quiosco se encuentra en un entorno residencial, carecerá de medios audiovisuales que alteren el ambiente habitual de la zona, fuera del recinto edificado, aclaran las mismas fuentes.
Este anuncio coincide con el de la reapertura de la torre en primavera, con nuevos contenidos culturales y "como ejemplo de recuperación de la Sevilla industrial", tal como anunciaba este pasado jueves el alcalde. No en vano, este emblemático edificio
perteneció a la Fundición San Francisco de Paula, creada a finales del XIX y dedicada a la fabricación de municiones, entre ellos, perdigones; de ahí su nombre.
Días atrás, responsables de Turismo reconocían a Europa Press que se estaba agilizando en la medida de lo posible la concesión de la licencia del restaurante ya que se considera un "valor añadido para el visitante". Desde mayo de 2022, la Gerencia de Urbanismo se hallaba inmersa en una nueva licitación, puesto que la concesión había expirado y Urbanismo recepcionó ambos espacios. En diciembre de 2019, el Ayuntamiento dio por extinguida la concesión administrativa "como recurso turístico, así como el bar".
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