Fuentes judiciales explicaron ayer a Efe que, tras una denuncia de la Consejería de Igualdad de la Junta de diciembre pasado, la Fiscalía inició una investigación que ha culminado hace unos días con una denuncia ante el juzgado decano de Dos Hermanas, que aún no ha sido repartida.
Los delitos se refieren a trato vejatorio, insultos, bofetones, ahogadillas en la piscina y dejar sin comer, como castigo, a los internos, según las fuentes, que no han querido informar sobre el número exacto ni cargo de los denunciados hasta que el juzgado abra diligencias y lo notifique a los afectados.
Por su parte, el Arzobispado de Sevilla ha señalado que "no ha tenido noticia alguna sobre malos tratos, tratos vejatorios y obstrucción a la justicia" por parte de los responsables de esta residencia, y ha mostrado su colaboración para el esclarecimiento de los hechos.
La primera denuncia se dirigía contra siete personas, frailes y trabajadores encargados del cuidado de los discapacitados, y en ningún momento se han demostrado abusos sexuales, según las fuentes.
Según las fuentes, la Fiscalía de Sevilla ha presentado en el juzgado dos denuncias: una por un presunto delito de trato degradante y maltrato de obra y otra por coacciones y un delito contra la Administración de Justicia.
La primera denuncia incluía la de haber dado a los internos comidas caducadas, pero tras la investigación se constató que únicamente se referían a casos puntuales de yogures pasados de fecha, con una sanción limitada al ámbito administrativo, han añadido las citadas fuentes.
El centro Miguel de Mañara se encuentra en la barriada de Montequinto y está gestionado por los religiosos de la Cruz Blanca, dos de cuyos integrantes han sido imputados en Córdoba por presuntos abusos sexuales y maltrato a sus alumnos discapacitados.
Abusos sexuales en Córdoba
Sobre este caso, tres personas declararán hoy, en principio como testigos, ante el juzgado de Instrucción número 6 de Córdoba que investiga los presuntos abusos sexuales y maltrato cometidos en un centro de discapacitados que los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca tienen en Córdoba.
Según han asegurado a Efe fuentes judiciales, dos de las tres personas citadas a declarar lo harán como testigos y son ex trabajadores del centro que no son religiosos ni tienen nada que ver con la congregación, mientras que se desconoce en qué calidad ha sido citada a declarar la tercera persona.
Además, las fuentes han asegurado que no se descartan nuevas imputaciones después de que el miércoles el Juzgado de Instrucción número 6 de Córdoba imputara a dos religiosos de la Casa de San Francisco de Asís un delito de abusos sexuales y maltrato contra los internos.
En concreto, a M. O, encargado del centro y persona reconocida en Córdoba por su labor con los más desfavorecidos, se le imputa un delito de abusos sexuales y otro de maltrato habitual, mientras que a F. G. le imputa uno de abusos sexuales.
Además, se les ha impuesto una orden de alejamiento del centro y se les ha prohibido mantener ningún tipo de comunicación con los residentes y trabajadores.
Según han informado a Efe fuentes cercanas a los imputados, M. O. está "destrozado" por lo acontecido y siente que haya tenido que abandonar el centro donde llevaba más de 20 años viviendo, mientras que a F. G. el caso le está afectando mucho porque es una persona de cierta edad y con la salud delicada.
Por otra parte, fuentes judiciales han explicado a Efe que la investigación del Juzgado de Instrucción número 6 de Córdoba -que lleva más de mes y medio analizando este caso- surge de una denuncia anónima en la que se detalla con todo tipo de detalle los presuntos abusos cometidos en el centro.
Sin embargo, otras fuentes aseguran que, además de esta denuncia anónima existen otras, una de las cuales está firmada por un trabajador del centro que, al parecer, mantenía una relación de enemistad manifiesta con los imputados, una tesis que reafirman fuentes de la Asociación de Amigos de la Cruz Blanca -asociación benéfica e independiente de la congregación- y una cuidadora del centro, que declaró a la prensa que este denunciante actuó por "venganza".
De este modo, estas fuentes apuntan a que el origen del caso se debió a una serie de anónimos enviados a los medios de comunicación en los que se denunciaba estos presuntos abusos y que finalmente acabaron en manos de la Policía y de la Subdelegación del Gobierno, que los entregó a la Fiscalía para que investigará su veracidad.
Además, ésta es la segunda causa abierta en los juzgados de Córdoba por casos de este tipo, ya que en el verano de 2009 un hombre, aspirante a entrar en la congregación pero totalmente ajeno a ella, fue detenido por haber abusado presuntamente de uno de los internos de este centro, hechos por los que se encuentra en prisión a la espera de que se celebre el juicio, previsiblemente en junio.
Hoy, a las 13:30 horas, familiares de los internos han sido convocados en el centro para informarles sobre los últimos acontecimientos.
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