La persona que recibió los alimentos fue Carmen Jero, de Cáritas, quien por otro lado, será una de las encargadas de hacer el reparto entre las familias necesitadas del barrio.
La Hermandad de la Sentencia no es la única cofradía volcada con los más desfavorecidos. En los últimos años la labor social de las hermandades está creciendo y haciéndose notar de una manera importante, y no porque presuman de ello, simplemente, porque no tienen por qué esconderlo tampoco.
Algunos de los mejores restaurantes de Cádiz también han querido aportar su granito de arena para que estas navidades sean “de lujo” para todos. Así lo han confirmado a este periódico los responsables de la Fundación Virgen de Valvanuz, que cada día ofrece comida y ayuda de todo tipo a las personas sin hogar o sin recursos económicos. Será el restaurante El Faro, al igual que en años anteriores, el que se haga cargo de ofrecer un menú de lujo para el día de Nochebuena, compuesto por sopa de picadillo, pavo, paté de cabracho y mousse de arroz con leche para rematar.
Y la cosa no queda ahí, porque en Fin de Año será el restaurante El Balandro quien se haga cargo del ágape, aunque en este caso el menú aún no está cerrado.
También el día 5 de enero se ofrecerá una comida especial, aunque en este caso ha sido una mujer, que prefiere permanecer en el anonimato, la que ha donado la comida para la ocasión.
Además, en Virgen de Valvanuz se está procediendo estos días a la entrega de bolsas de alimentos, con la inclusión en las mismas de productos navideños.
Fuentes de la fundación han explicado que este año no sólo ha aumentado el número de personas necesitadas, sino que la crisis también se nota a la hora de las donaciones recibidas, sobre todo las que proceden de particulares. Lo que no cambia es la entrega de los voluntarios.
Según ha informado una de las responsables de Virgen de Valvanuz, en estos días se está triplicando el número de usuarios habituales de la fundación. “Hace tres meses atendíamos a unas 150 familias, mientras que en este mes hemos superado ya las 400”.
Son muchos los motivos, entre ellos “el paro, la imposibilidad de pagar las hipotecas, el cierre de empresas...”, explica Milagrosa, quien destaca que muchas de las familias que están acudiendo al centro situado en la calle Santiago son jóvenes y de clase media, a las que nunca les había hecho falta pedir ayuda.
También en el comedor se está notando este aumento, ya se ha pasado de atender a una media de entre 60 y 70 personas, a las 90 que se presentan allí cada día. “En total, durante este mes de diciembre ya hemos contabilizado a 314 personas diferentes”.
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