El líder del PP de Jerez, Antonio Saldaña, se ha atrincherado y ha retado a las direcciones nacional y autonómica tras negarse a renunciar a todos sus cargos por el escándalo de la denuncia por triplicar la tasa de alcoholemia.
Saldaña recibió este viernes por la noche por parte de la dirección provincial la petición de que abandone todos los cargos que ostenta ante la polvareda levantada por el suceso que acabó en la Jefatura de la Policía Local con el que fuera candidato y actual concejal del Ayuntamiento y portavoz del grupo provincial del PP en Diputación, tras conducir bajo los efectos del alcohol. La dirección provincial reiteró su decisión y hizo pública esta decisión por medio de un comunicado en la madrugada de este domingo.
Sin embargo, en la jornada de este sábado, ha comunicado que se niega a dimitir pese a que incluso se lo ha planteado directamente la dirección regional de la formación y la nacional ha expresado abiertamente que esta situación es insostenible por las similitudes con el episodio que llevó al alcalde de Badalona Álex Pastor a perder el bastón de mando recientemente.
Se da la circunstancia de que, por la mañana, el portavoz parlamentario del PSOE, José Fiscal, cuestionó en rueda de prensa a qué espera el líder del PP-A y presidente de la Junta, Juanma Moreno, para depurar responsabilidad en el asunto de “grave y bochornoso”. Moreno debe “enseñarle la puerta de salida y no esperar a que el temporal amaine”, advirtió.
Saldaña resiste a pesar de que no cuenta hasta ahora con ningún apoyo público por parte de sus compañeros del PP de Jerez. De hecho, desde el jueves, los populares se han negado a hacer declaraciones al respecto y tampoco han manifestado su apoyo expreso por medio de las redes sociales.
Del mismo modo, ningún presidente local de la provincia, cargo público o miembro de la Ejecutiva se ha significado dando por buenas sus excusas ante el suceso. No obstante, fuentes de toda solvencia han indicado que la diputada nacional María José García-Pelayo sí le ha defendido en privado, una vez conocida la petición de que abandone todos los cargos públicos.
Ante el órdago lanzado por Saldaña, crece la tensión interna por una situación que, voces autorizadas del partido, consideran que hace daño tanto a la estructura local como provincial, en primer término, pero también y especialmente en el ámbito autonómico y nacional, y consideran que no se puede prolongar el silencio ni la falta de respuesta, por lo que esperan que la crisis se desbloquee en las próximas horas.
Saldaña ha sido cuestionado por la falta de ejemplaridad, pero también por haber distribuido un audio la misma noche del suceso en que restaba importancia al asunto. “No he matado a nadie”, argumentó. Sin embargo, se enfrenta a una denuncia que será tramitada como delito penal. En conversación con este medio, adelantó el pasado viernes que no contaba con dimitir y aseguró sentirse apenado, triste y fastidiado.
“Ha sido un error, no debería haber cogido el coche, he pedido perdón y ya está”, asegura sin ocultar su intención de pasar página.
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