Cuando en las iglesias se escuchaban las campanas del mediodía, el pichichi del Xerez DFC en su primer año en Tercera División, Adrián Gallardo, decía adiós para vivir una nueva aventura futbolística en la Liga de Gibraltar. Ya estuvo en tierras filipinas y ahora se va ahí al lado para “compaginar fútbol y trabajo” ya que el futbolista no solo tiene que mirar ya el presente sino el futuro. Y lo hizo despidiéndose eternamente agradecido al Xerez DFC, a su afición, a la directiva y, obviamente, al director Edu Villegas que fue quien lo trajo y quien le ha facilitado, en unas negociaciones a tres bandas que no han sido fáciles, su salida para jugar previa europea en un equipo que se llama Europa y que juega en el Peñón, aún inglés.
“Me reuní con Edu el miércoles pasado después de recibir una propuesta del Europa y le dije que el año no había sido fácil para mí. He tenido muchos altibajos y muchas exigencias. Sabía que la próxima temporada iba a ser más exigente aún y no podía rechazar la oportunidad de jugar en otra Liga que me permitía compatibilizar el fútbol con mi trabajo y la familia. Lo más honesto era explicarle que no iba a tener el compromiso que me iban a pedir”. Fueron las explicaciones de un Adrián Gallardo que tuvo palabras de agradecimiento al equipo y a la directiva, resaltando que “llevo más de catorce años como profesional y nunca me he encontrado una directiva tan honrada, el club está creciendo y está haciendo las cosa bien”.
Tuvo también palabras para una plantilla en la que “todos me han mostrado su cariño y me han dicho muchas cosas bonitas. No han parado de mandarme mensajes y se me han saltado hasta las lágrimas por cómo me han despedido, eso es lo queda después del fútbol, los compañeros. Pueden decir que soy mejor o peor futbolista pero me quedo con que digan que era buena persona. El vestuario es muy bonito, es muy difícil de encontrar un vestuario tan unido”. Y hubo turno también, lógicamente, para el director deportivo al que le estará “agradecido siempre. Apostó por mí. Me ha entendido y me ha hecho, dentro de su trabajo, las negociaciones lo más fáciles posibles”.
Dijo que se siente un aficionado más ya que “ a la afición también le estoy agradecido por su apoyo y espero que hayan disfrutado con mi profesionalidad y con mis goles", pero “ son situaciones que se dan en la vida, algo que no podía rechazar. Ya uno no tiene veinte años, tenía que mirar por mi futuro laboral y mi familia. Creo que era la mejor opción”.
Adiós al goleador.
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