El desmontaje de la carpa que durante los últimos tres años ha albergado a los placeros de Sanlúcar, mientras que se ejecutaban las obras de rehabilitación del mercado de la Cuesta de Belén, está generando polémica.
Mientras que los placeros han responsabilizado al Gobierno local aludiendo a su “falta de planificación o tozudez” a la hora de fijar la fecha de cierre de estas instalaciones, mientras que finalmente estas se van a mantener durante el desarrollo de la Feria de la Manzanilla, desde el Gobierno municipal responden que el retraso en la apertura del mercado “sólo se puede achacar a la falta de previsión de los placeros”. Los comerciantes del mercado han criticado que estas instalaciones municipales lleven un mes y medio cerradas “sin que los comerciantes puedan ejercer su trabajo ni los vecinos disfrutar de su tradicional Plaza de Abastos”.
Los placeros entienden que cuando se anunció el cierre para el pasado 21 de marzo, la intención era retirar la carpa provisional antes de la fiesta sanluqueña “pero lo único para lo que ha servido es para tener paralizadas a 200 familias”, replican los detallistas.
Plazos
Sin embargo, la respuesta del Consistorio no vincula el cierre del provisional con su desmontaje y sí atiende al hecho de que los placeros fueron avisados con antelación de los plazos para cesar su actividad en la Calzada y retomarla, cuatro días más tarde, en la Cuesta de Belén. De ahí que el Gobierno local incida en que desde el pasado 9 de febrero, los detallistas conocían los plazos para su traslado, así como las medidas y pormenores de sus puestos desde la terminación de las obras y entienden que “esta nueva pataleta” obedece a que “la única intención de los placeros ha sido siempre permanecer en la Calzada, con lo que se rompe la confianza que les otorgaron los sanluqueños con el mercado provisional”.
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