La idea surgió como pasa casi siempre cuando unos amigos se juntan: ¿A qué no hay narices de ir a correr los encierros en San Fermín? Es el desafío que se convirtió en reto para cuatro amigos onubenses, Sergio García, Oscar Morán, Ramón Donoso y Pepe Gómez, y que se empezará a hacer realidad a partir del día siete de julio. Un desafío que surgió después de valorar que en varias ocasiones habían participado en los toros de San Juan del Puerto y ahora podrían dar un paso más. Dicho y hecho, con un entusiasmado sí unánime de estos cuatro onubenses que llevan juntos desde hace ocho años ideando viajes que surgen en charlas de bar, ahora le toca a los Sanfermines.
Tiene entre 40 y 60 años, Sergio trabaja en Emtusa, la empresa de autobuses de la capital onubense, Oscar es trabajador de Tioxide, Pepe está a punto de jubilarse de su plaza de vigilante en la Universidad de Huelva y regenta además la popular Bodega Maroto de Gibraleón, y Ramón es todo un ejemplo de superación personal, pues resultó herido con quemaduras de consideración hace ahora un año y pico cuando en mayo de 2015 se vio envuelto en accidente laboral en Fertiberia que dejó tres víctimas con traumatismos, contusiones y quemaduras, y que le obliga a ir siempre protegido del sol.
Ahora bien, una cosa es que los viajes surjan así de improviso (en cierta ocasión tomando una copa en un bar de la Gran Vía onubense dijeron vámonos y se plantaron en la Agencia de viajes para sacar cuatro pasajes a Tailandia), y otra que no sepan la responsabilidad que acarrea ponerse delante de los astados que hacen el popular recorrido por las calles pamplonesas, por lo que llevan dos meses entrenando a tope (a veces, dice Sergio, de madrugada, cuando el turno no le deja otra) y actualmente ya corren diez kilómetros un día sí y otro no. Este mismo martes realizaban un nuevo entrenamiento, y se probaban la indumentaria especial que van a llevar para la ocasión, en la que sitúan a Huelva en un mapa de España en ruta hacia Navarra. Y a todo esto, animados por sus propias esposas, que ven con buenos ojos un viaje así, dice Sergio, ya que son cosas que se hacen una vez en la vida.
De momento, están con nervios e ilusión, el domingo, cuando tienen previsto el regreso, harán balance de la experiencia.
Porque no dejan nada al azar, se desplazarán en tren hasta Pamplona, y allí, han cogido un bien hotel, para estar descansados a la hora de correr, conscientes de que en malas condiciones no se puede hacer una gesta así, y sabedores del control que afortunadamente, hay por parte de la Policía Local de quienes pretenden hacer el recorrido del encierro cada mañana.
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