La razón del tratamiento fue el diagnóstico que le hizo un facultativo ya jubilado en una consulta externa, enfermedad de Crohn, un mal crónico autoinmune en el cual el sistema inmunológico del individuo ataca su propio intestino. El dictamen médico habría explicado su cuadro de dolor cólico, diarreas, vómitos y dificultad en la ingestión de alimentos.
Según explicó Vázquez, el tratamiento que ha seguido durante estos años no sólo no ha aliviado su dolencia, sino que le ha provocado una dependencia a los corticoides y un informe psicológico del 28 de agosto de 2008 señala que presenta “un cuadro depresivo y tendencia a las preocupaciones somáticas”.
Diagnóstico
Pero la sorpresa más grande se la llevó Vázquez después de realizársele, a mediados de 2008, una laparoscopia diagnóstica, tras la cual se emitió un informe médico por el que “no se puede achacar el cuadro clínico del paciente a patología orgánica digestiva (lo que no descarta que fuese diagnosticado con Crohn años atrás, como refiere, en un tránsito intestinal), por lo que el cuadro podría ser secundario a patología psicosomática”, y se emitió un diagnóstico de “dolor abdominal y diarrea crónica de origen no filiados”.
En suma, relacionaban su caso con una patología psicológica y no con la enfermedad. Sin embargo, los antecedentes familiares de este tipo, así como el historial clínico del hospital Punta de Europa, refieren al tratamiento por la enfermedad, lo que provoca dificultad a este hombre para encontrar trabajo y un seguro médico privado, como se lamentaba hace unos días ante este medio.
A los dos años de comenzar su tratamiento en Algeciras, en 2005, el paciente comenzó a reclamar el historial. En varias ocasiones le comunicaron que la búsqueda del mismo era infructuosa, y en junio de 2008 consiguió ponerse en contacto con la oficina del Defensor del Pueblo para emitir una reclamación, que el titular, José Chamizo, admitió a trámite.
Reclamación
A requerimiento de la oficina del Defensor, el hospital llevó a cabo una búsqueda intensiva, buscando en los archivos físicos y digitales e incluso en historiales de familiares, para constatar que no había habido errores. Todo fue inútil.
El centro reconocía la pérdida del expediente médico, y el Defensor mandaba una recomendación para que se actualizase y mejorase el protocolo de búsqueda de historias clínicas y las normas de uso y devolución de las mismas, como reza en una comunicación de Chamizo del pasado 30 de abril.
Desde la AGS comentaron que desde ese momento “se está realizando un esfuerzo” por cumplir con el requerimiento del Defensor y que se está procediendo a estas medidas para evitar extravíos.
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