El día anterior había estado en la Feria de Sevilla con el Delegado del Gobierno de Andalucía y a la mañana siguiente su despertar fue inesperado. De la noche de fiesta y agasajos a la mañana fría el panorama cambió radicalmente. La policía detiene al alcalde de Granada, José Torres Hurtado (Piñar, Granada, 1946) acusándolo de cohecho, fraude en la contratación, asociación ilícita, prevaricación, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, estafa y falsedad en documento mercantil. Su pueblo natal granadino de Piñar, en la comarca de Los Montes, tiene un monumento natural destacado, La Cueva de las Ventanas, una enorme gruta con restos prehistóricos humanos, estalactitas y estalagmitas y ventanales naturales…El alcalde de Granada se quedó en el interior de la cueva creyendo que nunca iba a verse la luz. Pero en democracia pocas cosas públicas quedan sin conocerse y las ventanas de la cueva han permitido que entre la luz en la alcaldía y en la delegación de urbanismo de la mano de la UDEF, la policía que ahora está siendo acusada de exceso de celos en la persecución de estos delitos, presuntamente cometidos por los regidores granadinos. Los que aplaudían las actuaciones de la UDEF en el caso interminable de los EREs ahora expresan sus escrupulosas reservas, incluida la inexplicable de la Fiscalía General del Estado. Los excesos no son ni buenos ni aceptables y hay que tener claro que la única garantía de la rectitud de las actuaciones policiales es la tutela y supervisión judicial, recurrible asimismo judicialmente. Son las reglas. La reacción de los detenidos no ha sido complaciente: “No se pueden imaginar lo que es que a uno le hagan una ficha judicial, estoy fichado como un delincuente” y “Aquí se vulneran los derechos de los ciudadanos cada vez que a un gracioso le da la gana” dijeron el alcalde y la concejala.El caso granadino abre un roto destacado en el Partido Popular andaluz. El alcalde y la concejala se niegan a irse, pero todo el mundo sabe que terminarán expulsados de los sillones, por los suyos o por los de enfrente, que preparan moción de censura. Ciudadanos lo apoyó como alcalde con el pacto de irse en Navidad pero llegó a la primavera. No llegará al verano. Ni a mañana.
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