Los problemas de fabricación de la reductora del motor del A400M por parte de la compañía italiana Avio -filial de la multinacional General Electric- van a tener un alto coste económico para Airbus. Los dos fallos detectados -uno en vías de solución y otro aún pendiente de poder encauzarse- representarán, según distintas fuentes del sector aeronáutico andaluz consultadas, un impacto de más de 2.000 millones de euros. Podría ascender a 2.500 millones, en el escenario más pesimista.
El primero de los problemas está ya en vías de solución y afectó a 14 reductoras (PGB, según las siglas técnicas, que transmite la potencia del propulsor a las hélices). Parte de ellas estaban instaladas en aviones en servicio, y otras en motores aún por ensamblar. Los elementos defectuosos están sustituidos o en vías de sustituirse. Este fallo se detectó a inicios de 2016 y se refería a reductoras fabricadas en el primer semestre de 2015.
El segundo fallo, del que ha informado www.andaluciainformacion.es, tiene que ver con el agrietamiento que sufren algunos engranajes de esa misma reductora. Fruto de ese deterioro de las piezas, elementos metálicos pueden llegar a introducirse en el sistema de refrigeración hidráulico del motor.
Fallo en vuelo
Este segundo problema ha provocado hace alrededor de un mes el parón súbito del motor de un A400M en servicio por parte del Ejército de Reino Unido. El avión pudo aterrizar sin incidentes, a diferencia del accidente que sufrió otro A400M en pruebas en Sevilla en mayo de 2015 cuando tres de los cuatro motores se quedaron funcionando al ralentí de forma súbita tras fallar el software que controla los motores.
Ese segundo problema con la PGB descubierto este año afecta a todos los motores cuyas hélices giran hacia la derecha (dos de los cuatro motores del avión, los otros lo hacen hacia la izquierda). Hay 21 aviones entregados, y por lo tanto 42 motores potencialmente afectados. Airbus precisó ayer a este diario que no todos los motores van a tener que sustituir esos engranajes, sino que deben de ser revisados según las especificaciones anunciadas por EASA (la agencia europea de seguridad aérea) ya que están potencialmente afectados.
5.000 millones ya provisionados
Un portavoz de la compañía, que ni confirmó ni desmintió que el impacto fuera a ser de esos 2.500 millones, sólo dijo que es “prematuro” hacer estimaciones y que la empresa está volcada en encontrar una solución definitiva para este segundo problema y en que este año 2016 se logre entregar 20 aviones como se anunció en diciembre. El A400M, que se lanzó industrialmente en 2003, acumula pérdidas de casi 5.000 millones desde 2009 por problemas industriales y tecnológicos.
Además, 5.000 millones es también la cantidad que Airbus tenía ya provisionada -reservada- a cierre de 2015 para afrontar pérdidas adicionales en sus programas A400M y A350, según desveló la empresa al presentar sus resultados del pasado año. Contra esa provisión se cargaría el coste de los nuevos problemas con el motor TP400 del A400M.
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