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Cádiz

El nuevo puente de Cádiz, todo un exponente de la ingeniería española

Con un presupuesto de unos 470 millones de euros, el \"Puente de la Constitución 1812\" es el más importante en construcción en estos momentos en Europa y será el tercer atirantado más grande de Europa, después del de Normandía en Francia y del de Rion Antirion en Grecia

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El nuevo puente sobre la Bahía de Cádiz, que será el segundo marítimo de mayor gálibo vertical del mundo, se ha convertido en todo un exponente de la ingeniería española, un reto que ya está ejecutado en casi un 85 por ciento y que, tras ocho años de trabajos, será previsiblemente estrenado en 2015.

"Todo proyecto de este tipo en Europa anda por los mismos plazos, requiere de un periodo de maduración de siete u ocho años y este está siguiendo ese mismo patrón", ha explicado hoy Fernando Pedrazo, director de esta obra, que es una de las de mayor magnitud y de las más complejas que ha acometido el Ministerio de Fomento en los últimos años.

Con un presupuesto de unos 470 millones de euros, el "Puente de la Constitución 1812" es el más importante en construcción en estos momentos en Europa y será el tercer atirantado más grande de Europa, después del de Normandía en Francia y del de Rion Antirion en Grecia.

Con una altura de 69 metros desde el tablero al agua, será también el segundo puente marítimo de mayor gálibo vertical del mundo, después del de Verrazano Narrows de Nueva York y por delante del Puente Golden Gate de San Francisco.

"Es el límite de lo que sabemos hacer", apuntaba hoy el director de esta obra, que ejecuta Dragados, y que asegura que su construcción ha sido todo un reto y "un campo de aprendizaje muy importante" para las empresas que han participado porque, como toda obra de esta magnitud, se convierte en "un prototipo" sin muchos antecedentes a su alrededor.

De hecho asegura que ya en sí esta construcción servirá para que las empresas españolas que han participado "puedan optar a trabajos en el extranjero que realmente sólo están al alcance de los países más desarrollados".

El puente sobre la Bahía de Cádiz tendrá una longitud de cinco kilómetros, de los que 3.092 metros transcurren salvando el mar, y contará con 2 carriles por sentido para el tráfico viario y una plataforma para un tranvía que pondrá en marcha la Junta de Andalucía.

Está integrado por cuatro estructuras "muy complejas", el viaducto de acceso a Cádiz, el tramo desmontable, el viaducto atirantado y el viaducto de hormigón de acceso a Puerto Real.

En poco más de un mes y medio, dependiendo de la climatología, tendrá que afrontar uno de sus puntos más complicados: mover e izar hasta su altura el tramo desmontable, una pieza de 150 metros y de más de 4.000 toneladas de peso que ha sido fabricada en la factoría que Dragados Off Shore tiene al lado.

Será una de las últimas grandes dificultades que afrontará esta obra, un tramo desmontable que se incluyó en el proyecto para evitar que este paso limitara la altura de las construcciones de los astilleros de Navantia o de Dragados Off Shore y que el puente permitiera el paso de embarcaciones con gálibo superior a los 69 metros del tramo atirantado.

Será, con todo, un tramo que se utilizará en situaciones muy excepcionales, ya que para abrirlo será necesario efectuar previamente un dragado y el puente quedará dos días inutilizado.

Para la construcción del puente trabajan en tres turnos unas 450 personas, aunque ha habido "picos" en los que la cifra se ha elevado a las 650, y ha sido necesario que, por las dimensiones de las piezas y los materiales, la zona se convirtiera en una suerte de fábrica de sí misma.

La obra, un proyecto del ingeniero Javier Manterola y que se inició en el 2007, tiene previsto concluir el próximo año, aunque sus responsables prefieren no aventurar en qué mes.

"Un 15 por ciento de algo tan grande, de una obra de esta magnitud, mantiene su complejidad", dice el director, que señala que, aunque en un principio se estimara que iba a ser inaugurado en 2010, luego en 2012 y ahora en 2015, estos cambios son "ajustes" que entran dentro de la normalidad teniendo en cuenta la magnitud del proyecto.

El "Puente de la Constitución de 1812" dará entonces un nuevo acceso a Cádiz, una ciudad a la que sólo se puede acceder a través del puente Carranza, que fue inaugurado en 1969 y era objeto de constantes atascos hasta que se instaló en él un carril reversible, o, dando un buen giro, por carretera.

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