El 79,5 por ciento de los profesionales con estudios superiores en Andalucía está trabajando actualmente, una tasa inferior a la media nacional, el 85,5 por ciento, según un estudio de Randstad Professionals.
Navarra, Euskadi y La Rioja son las comunidades autónomas en las que los profesionales con formación académica superior encuentran más facilidades para acceder al mercado laboral. En el caso de las dos primeras, más del 90 por ciento de los empleados con este nivel formativo están trabajando, mientras que en La Rioja este porcentaje se sitúa en el 89,3 por ciento.
De la misma manera, estas tres regiones son las que registran las tasas de desempleo más bajas en España cuando se analiza la población activa en general, sin tener en cuenta su formación académica. De hecho, son las únicas comunidades, junto a Madrid, Baleares y Cantabria, que registran tasas de desempleo por debajo del 20 por ciento.
En el lado opuesto se sitúan Canarias, Andalucía y Castilla-La Mancha, las tres comunidades autónomas donde estos profesionales se enfrentan a mayores dificultades para encontrar un empleo. En estos casos, el porcentaje de trabajadores con formación académica elevada alcanza niveles cercanos al 80 por ciento; es decir, dos de cada diez personas con estudios universitarios o formación similar se encuentran desempleados.
Otro de los factores que más influyen en el acceso al mercado laboral está relacionado con el sexo de los trabajadores. El estudio llevado a cabo por Randstad Professionals desvela que el acceso al mercado laboral es más complicado para las mujeres que para los hombres.
La tasa de ocupación a nivel nacional entre los profesionales con educación superior se sitúa en el 85,5 por ciento, un ratio que alcanza el 87,1 por ciento en el caso de los hombres. Entre las mujeres, por su parte, el porcentaje se reduce hasta el 84,1 por ciento. En Andalucía la diferencia entre hombres y mujeres está en cuatro puntos porcentuales. El índice de ocupación en los varones está en el 81,6 mientras que en las mujeres desciende hasta el 77,6 por ciento.
La diferencia por comunidades autónomas, en este caso, también es significativa. Tan solo en Cantabria y Extremadura el porcentaje de mujeres con formación académica elevada que está trabajando es superior al de hombres.
Cuando se analiza la situación laboral del resto de profesionales, a medida que se desciende en el grado de formación académica alcanzado, se aprecia un aumento la tasa de desempleo. En el caso de los profesionales que cuentan con estudios de educación secundaria o primaria, el índice de empleabilidad cae hasta el 55,4 por ciento en Andalucía y al 66 por ciento a nivel nacional, 19 puntos porcentuales menos que en el caso de los profesionales con formación superior.
También en este escalón formativo se registran variaciones que dependen de la región donde el trabajador desarrolla su actividad profesional. En el caso de Andalucía y Canarias, por ejemplo, la tasa de ocupación se sitúa por debajo del 60 por ciento, mientras que Extremadura, tercera en este ranking, alcanza un 61,8 por ciento.
Por su parte, otras regiones como Navarra, La Rioja o Baleares se encuentran a más de 15 puntos porcentuales de distancia, incluso a 20 si se comparan con los datos de Andalucía. Las tres comunidades autónomas disponen de tasas de ocupación superiores al 75 por ciento para los profesionales con educación secundaria o primaria.
MÁS EMPLEABILIDAD PARA LOS MAYORES
La última de las diferencias analizadas por el informe Randstad sobre la ocupación de los profesionales hace referencia a la edad de los trabajadores. Según las conclusiones extraídas, los profesionales con estudios superiores de mayor edad registran tasas de ocupación más elevadas que los jóvenes.
En este sentido, nueve de cada diez (89,9 por ciento) mayores de 45 años que cuentan con formación académica elevada tienen empleo. Este índice desciende al 86,4 por ciento para aquellos que tienen entre 30 y 45 años. Los profesionales más jóvenes con estas características, los menores de 30 años, registran una tasa de ocupación del 73,1 por ciento.
Asimismo, en este caso los hombres presentan una mayor empleabilidad, en términos generales, que las mujeres, salvo en la franja de edad más joven, la de los profesionales menores de 30 años. En este colectivo, la tasa de ocupación de las mujeres alcanza el 74 frente al 72 por ciento en los varones.
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