Los colectivos de enfermeros y médicos de Jaén coinciden en que el número de agresiones a los profesionales sanitarios ha disminuido levemente, pero que los datos ofrecidos por el Plan de Prevención y Atención de Agresiones para los Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía, por el que se registraron en Jaén 60 casos de agresiones en 2013, no son datos objetivos porque “aún siguen sin denunciarse este tipo de delitos”.
Según los datos del Plan de Prevención, Jaén es la penúltima provincia andaluza con menos casos de agresiones en el ámbito sanitario. La primera es Sevilla, con 193 agresiones; y la última Almería, con 45 casos.
“Hace casi cinco años Jaén era la primera provincia española en número de agresiones al personal sanitario, por lo que estos datos son esperanzadores y muestran que la consideración como autoridad de la figura del médico está previniendo agresiones, consideradas como delito y con penalización de cárcel para el agresor”, valora el presidente del Colegio de Médicos, Emilio García de la Torre.
El presidente del Colegio de Enfermería, José Francisco Lendínez, asegura que “ante la falta de denuncias por parte del personal sanitario”, los datos de agresiones en 2013 son prácticamente iguales que en 2012. Lendínez confirma que mayoritariamente son agresiones verbales, que no se denuncian. Igualmente, lamenta la falta de denuncia ante agresiones físicas, consideradas como delito. “La falta de recursos humanos en los centros sanitarios y hospitalarios ante una situación donde las atenciones sanitarias se están duplicando por el incremento de la demanda asistencial, es una de las principales causas de agresiones”, asegura el presidente de los enfermeros, que no justifica ningún acto de violencia al personal sanitario y que anima al colectivo a denunciar los casos.
“En la Sanidad Pública el paciente exige mucho y hay falta de información. Si hay menos recursos humanos, la atención no puede ser igual, pero no se justifica ningún tipo de agresión a los profesionales”, dice el presidente de los enfermeros.
Según Lendínez, estas agresiones son más frecuentes entre el personal de las Urgencias derivadas de Atención Primaria y de las Urgencias de la atención especializada. “Muchos profesionales aún tienen miedo a denunciar porque temen represalias de los pacientes”, termina Lendínez.
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