Como se esperaba, de nuevo se ha reproducido la situación de años anteriores con la llegada de inmigrantes en busca de un puesto de trabajo y un lugar de acogida. Aunque es el Foro de Inmigración el que arbitra las medidas y las coordina para los centros de que se dispone, el caso de la capital cada año es singular y requiere de un tratamiento especial y una apertura adelantada, ya que aunque meses antes de la hora de la verdad se desanima a los inmigrantes para que no se desplacen con la justificación de que no encontrarán trabajo, éstos llegan, fieles a su cita, seguramente porque hallan algo de lo que desesperadamente buscan. Estos últimos días se han vuelto a ver escenas muy poco agradables de inmigrantes durmiendo en la calle, y aunque no ha tenido el dramatismo de la avalancha de otros años, no por ello nos deja menos indiferentes como han denunciado los colectivos sociales que por tal motivo han solicitado la apertura del albergue de la capital. Es entendible la posición de las administraciones que han dotado a la capital del mejor albergue que existe en Andalucía, y hay que reconocer la sensibilidad de la concejal responsable de Asuntos Sociales del Ayuntamiento, que de acuerdo con instituciones humanitarias como Cáritas o Cruz Roja, han decidido abrir mañana mismo el albergue, dando respuesta casi inmediata en el mismo momento en que ha surgido el problema. Porque todo se puede justificar menos ver a personas durmiendo en la calle soportando el frío de estas noches jienenses, porque esto es lo más crudo y doloroso que puede sucederle a ellos por sufrirlo y a nosotros como sociedad por permitirlo.
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