La escritura perpetua

Bodipo

A Bodipo, en sus primeros partidos, parecía que el balón le pesaba mucho o no le pesaba nada, muy inseguro, puro descontrol, hasta que poco a poco comenzó a asentarse y a resolver en el área de una manera implacable

Rodolfo Bodipo ha sido un goleador a trompicones. El pasado sábado se retiró del fútbol, a los 36 años, en un contexto que quizás nunca imaginó: defendiendo los colores de Guinea, el país de sus padres, en un partido contra La Roja, la campeona del mundo. Bodipo debutó en el Recreativo de Huelva que entrenaba  Joaquín Caparrós en diciembre de 1998, procedente del Isla Cristina. La primera impresión que transmitió a la grada del viejo estadio Colombino resultó ser falsa: la de uno de esos delanteros que se enredan de manera disparatada con el balón. A Bodipo, en sus primeros partidos, parecía que el balón le pesaba mucho o no le pesaba nada, muy inseguro, puro descontrol, hasta que poco a poco comenzó a asentarse y a resolver en el área de una manera implacable. Bodipo se convirtió rápidamente en un héroe local en Huelva ayudado por su carisma. Porque tiene una gran habilidad para hilar discursos, para emocionar o hacer reír, lo que quiera, mientras habla. Hace algunos meses fue uno de los invitados al concurso televisivo 'Pasapalabra' y demostró una capacidad poco usual para jugar con el idioma.
     Bodipo domina la palabra exacta al igual que fue ajustando sus remates junto a la cepa del poste. Y tiene carisma, ya está dicho. En 2001 fue nombrado por el alcalde, Pedro Rodríguez, Rey Baltasar de la Cabalgata de Reyes Magos de Huelva, y aquel día repartió caramelos con los brazos en alto como si celebrara un gol mientras lo aclamaban desde las aceras.
     Pertenece a esos jugadores que al irse del Recreativo dejaron un mayor vacío como persona que como futbolista. Triunfó en el Rácing de Santander, luego en el Alavés, y Lendoiro lo fichó a base de talonario para el Deportivo de La Coruña. El sábado reapareció unos minutos con Guinea para fajarse con Sergio Ramos y retirarse definitivamente del fútbol.
     Bodipo es un tipo risueño, un inventor de historias y, como futbolista, un poeta del paleolítico que supo adaptarse a la modernidad.

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