Andalucía

Investigadora del CSIC: "Aventurarse a decir qué pasará con las medusas en verano es como mirar una bola de cristal"

Prieto ha señalado que el de las medusas es un fenómeno natural y para saber si van a continuar llegando a las costas es necesario conocer cómo es de grande la población

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai

La investigadora del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía del CSIC Laura Prieto considera que no se puede predecir la llegada de medusas en verano porque en ello influyen factores como el tamaño del enjambre que hay en alta mar, la fase del ciclo de vida de los ejemplares o las corrientes marinas superficiales y los vientos que las arrastrarían hasta la costa. "Aventurarse a decir qué va a pasar este verano es como mirar una bola de cristal", ha resumido.

   En declaraciones a Europa Press, Prieto ha señalado que el de las medusas es un fenómeno natural y para saber si van a continuar llegando a las costas es necesario conocer cómo es de grande la población que hay en alta mar y si el viento sigue soplando en la misma dirección. Los vientos persistentes de carácter poniente y suroeste de los últimos días han arrastrado hasta las playas de Cádiz ejemplares de carabela portuguesa y se prevé que si éstos continúan con la misma dirección, en los próximos días "lleguen más", pero "no se puede hacer" una predicción a largo plazo.

   La investigadora, que se encuentra realizando análisis moleculares a unos 80 ejemplares de los aparecidos en las costas de Cádiz, ha recordado además que otros años llegan muchas más carabelas que éste, sin embargo, en esta ocasión no lo han hecho en invierno, como suele ser habitual, sino más cerca de la temporada de baño, lo que ha hecho "saltar una alarma" sobre un fenómeno que es normal.

   Por otro lado, Prieto ha descartado que en zonas como el litoral gaditano sea eficaz colocar redes a modo de barrera que impidan la llegada de los ejemplares a la playa ya que las medusas, batidas por el viento, chocan contra las mismas y se rompen, con lo que sus tentáculos "seguirán llegando a las zonas de baño y picando a la gente".

   Así, ha aclarado que las redes son efectivas en zonas protegidas y resguardadas del oleaje, como el Mar Menor, pero en el mar abierto no es "ni viable ni efectivo".

   En el caso de la carabela portuguesa (Physalia physal), que no es estrictamente una medusa sino una colonia de organismos, Prieto ha indicado que tiene un veneno muy doloroso pero que no es mortal a no ser que la persona que sufre la picadura sea "alérgica o esté muy debilitada".

   En ese sentido, ha diferenciado las carabelas de las denominadas cubomedusas, propias de aguas tropicales y cuya picadura genera un síndrome "mortal" porque "paraliza los músculos, entre ellos el corazón".

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN