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Andalucía

Avances tecnológicos para mejorar la agricultura andaluza

No es ningún secreto que el sector agrario en Andalucía es uno de los más importantes de nuestra comunidad autónoma

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  • Manzanas. -

No es ningún secreto que el sector agrario en Andalucía es uno de los más importantes de nuestra comunidad autónoma, y, además, produce algunos de los mejores productos vegetales de España. Andalucía está liderando el sector agrícola español, tanto por la gran cantidad de productos agrarios que tienen su origen en nuestra comunidad, como por la calidad cada vez mayor de estos productos.

Mientras que Galicia es conocida por su ganado vacuno, en Andalucía somos líderes en la producción de tomate, aguacate, mandarinas, almendras, olivas, arroz y trigo, así que nos hemos ganado a pulso nuestra posición de privilegio en el mercado agrario español. En buena medida, esto responde a los fértiles campos de nuestra comunidad y a nuestra larga tradición rural, pero las nuevas tecnologías también están desempeñando un rol clave en la industria.

Aunque los métodos tradicionales de cultivo siguen desempeñando un rol importante en el sector agrícola andaluz, cada vez es más habitual que las nuevas tecnologías hagan su aparición para ayudarnos a mejorar la cantidad y la calidad de nuestra producción. Y no nos referimos simplemente al uso de maquinaria para acelerar la siembra o la cosecha, sino también a muchos otros procesos que pasan más desapercibidos a simple vista.

La selección de las mejores semillas

Uno de estos procesos es la valoración química, que se encarga de hacer continuos análisis tanto de las frutas y las verduras producidas en nuestros campos como de la calidad de los suelos y los fertilizantes. Estos análisis se emplean para mejorar la producción de forma permanente, logrando grandes diferencias entre una cosecha y la siguiente gracias a la agricultura de precisión y al 'big data'.

Esta técnica de análisis químico se utiliza para determinar, por ejemplo, cuáles son los mejores ejemplares de tomates, aguacates u olivas de una cosecha, con la intención de utilizar esas semillas para ir mejorando gradualmente la calidad del producto. Y, además, también se emplea para comprobar la cantidad de nutrientes que presenta cada fruta o cada verdura, de modo que se pueda aplicar al suelo el fertilizante necesario en cada instancia.

Estos análisis también se aplican al sustrato en sí mismo, verificando antes de la siembra cuáles son los nutrientes que están presentes, y cuáles necesitan ser agregados. De este modo se pueden comprar fertilizantes especializados que permitan reforzar la cantidad de fósforo, magnesio, o cualquier otro elemento necesario para mejorar la calidad nutricional de los cultivos, evitando así la compra de fertilizantes de amplio espectro.

Los sistemas de sembrado y cosecha

Por supuesto, las grandes plantaciones agrícolas de Andalucía cuentan con la maquinaria más avanzada para preparar los campos o trabajar las cosechas. Además de los tractores de gran capacidad para labrar el terreno, también se utilizan sembradoras que agilizan enormemente el proceso de siembra de las frutas o los vegetales, sistemas de rastra para cubrir las semillas y favorecer su crecimiento, y todo tipo de sistemas de riego de última generación.

Los sistemas de riego son especialmente importantes para el ahorro de agua, que puede convertirse en una de las principales prioridades de los agricultores en los próximos años –si es que acaso no lo es ya–. Andalucía es una de las regiones de España que se prevé que sufra más con el cambio climático, y esto es mucho decir, considerando que España es uno de los países que más sufrirá el calentamiento global durante las próximas décadas.

Los sistemas de riego automatizados están incorporando cada vez más una tecnología inteligente que permite a los agricultores minimizar el gasto de agua en sus cultivos. Además, se están incorporando sistemas de reaprovechamiento del agua de lluvia, que muchas veces se malgasta cuando cae directamente sobre los campos de cultivo. Ante la previsión de que las lluvias sean más dispersas, pero más torrenciales, estos sistemas se antojan esenciales.

El problema del calentamiento global

El cambio climático se está constituyendo como el principal desafío al que se enfrenta el campo andaluz. Por una parte, es previsible que se reduzca de forma considerable la cantidad de agua de lluvia que tendremos disponible en Andalucía. Y, por otra, las temperaturas promedio de nuestra comunidad seguirán aumentando de forma gradual en los próximos años. Ambos son problemas que tienen difícil solución, y ante los que deberemos adaptarnos.

El cultivo en invernaderos seguramente pasará a ser cada vez más habitual en el campo español, y en algunos casos será la única solución para poder seguir cultivando en unas condiciones térmicas cada vez más asfixiantes. Los sistemas de invernadero permiten a los agricultores gestionar mejor la temperatura de los cultivos, y además pueden protegerlos ante las lluvias torrenciales o el granizo, que se prevén más frecuentes en los próximos años.

Ante la sequía, además de los sistemas de reaprovechamiento del agua se espera una mayor inversión por parte del gobierno autonómico en plantas desaladoras. La costa andaluza puede ser un auténtico salvavidas para la comunidad, y sitúa al campo de Andalucía en una posición ventajosa frente a comunidades no costeras, que dependen solamente de sus ríos. ¡El cambio climático no espera por nadie, así que tendremos que prepararnos antes de que sea tarde!

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