El Ayuntamiento de Granada ha aprobado una nueva ordenanza que encarece las sanciones por pintadas en las calles y que obliga a los dueños de mascotas a rociar sus orines con desinfectante para reducir las molestias y cuidar el patrimonio.
La alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo (PP), ha adelantado este miércoles que las pintadas y los orines de los perros "saldrán más caros" por esta ordenanza que incide en aspectos relacionados con la retirada de los excrementos de los perros de la vía pública.
Además, por primera vez establece la obligación de reducir el impacto de los orines, para lo que los propietarios de los canes llevar un recipiente y verter agua y un desinfectante no irritante sobre el pis del animal para evitar una multa de hasta 750 euros.
"La nueva ordenanza de limpieza tiene como propósito cumplir con el objetivo marcado para el cuidado de nuestra ciudad, con mimar nuestras calles, que luzca y que puedan disfrutarla todos los granadinos y los que nos visiten", ha detallado Carazo.
Para alcanzar este objetivo, el Ayuntamiento ha encarecido las multas vinculadas a las mascotas y también por pintadas en la vía pública.
Las pintadas vandálicas pasan a considerarse "muy graves" cuando afectan a entornos protegidos de la ciudad, generan un coste de limpieza de 200 euros o atentan contra derechos fundamentales o contengan expresiones sexistas, racistas o xenófobas.
En estos casos, ha sanción pasa de 1.500 a 3.000 euros, la máxima cuantía que permite la ley que impongan los ayuntamientos.
Cuando las pintadas se realizan contra Bienes de Interés Cultural (BIC) inscritos en el catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz, el Ayuntamiento de Granada dará traslado a la Junta, que puede imponer sanciones de hasta 100.000 euros en el caso de infracciones tipificadas como leves y de hasta 250.000 para los casos graves.
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