El fiscal ha pedido la apertura de juicio oral y que el acusado sea juzgado por un delito de incendio con peligro para las personas, según el escrito acusatorio.
El incendio se produjo sobre las 1,50 horas del 15 de septiembre del 2009 cuando el procesado prendió fuego con gasolina a unos trapos y a los coches de la Policía Nacional que estaban aparcados en el aparcamiento reservado del exterior del edifico de la Comisaría. La acusación pública mantiene que siete vehículos quedaron siniestro total y que dichos daños han sido valorados en 161.426 euros.
Las llamas fueron tan potentes y el humo tan denso que hubo que desalojar a todo el personal que se hallaba en la zona, y a los detenidos, que se encontraban en sus celdas, hubo que ubicarlos en otras zonas debido a que la combustión de diversos elementos hizo irrespirable el aire del interior de la comisaría.
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