Para el jurista y ex Alto Comisionado para el Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, esa ley es necesaria porque la jurisprudencia puede ser “contradictoria” y no resulta “adecuada” una eutanasia vinculada “a las ocurrencias buenas o mejores de los jueces”, señaló en rueda de prensa.
Peces-Barba, que participó en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo sobre la protección jurídica del paciente como consumidor, advirtió, no obstante, de que la ley se enfrentaría a un “problema de práctica”.
A su juicio, aunque todo estuviera “teóricamente justificado” existen casos concretos en los que las razones que pueden llevar a utilizar esta práctica resultan “enormemente complicadas”.
“Saber que la muerte de una abuelita no es algo que tenga que ver con que la pobre esté en una situación irreversible, sino con los millones que van a heredar sus sobrinos o nietos, es muy difícil de valorar”, argumentó como ejemplo.
El catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid defendió que existe un derecho a la muerte en contraposición al derecho a la vida, y que el derecho es a una muerte “digna”.
De la misma forma que hay personas que son capaces de sacar un provecho positivo de “una vida indigna” y no se plantean “terminar con su existencia”, hay otras que buscan otra opción.
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