El Loco de la salina

Siempre la misma historia

Una vez que han pasado las elecciones, ¿alguien ha visto a algún político hablar con la gente con la misma sonrisa con la que ahora nos sorprenden?

Algunos locos habíamos experimentado una ligera mejoría en los últimos tiempos, pero todo se ha venido abajo por culpa de las elecciones. Entre unos y otros nos han vuelto más majaras de lo que estábamos cuando ingresamos en este manicomio. Y es que no hemos parado de leer en la prensa miles de comentarios, artículos, notas de prensa…, en los que sus autores han ido analizando con pinzas los números y las encuestas para terminar arrimando el ascua a su sardina, y a lo tonto, a lo tonto, pregonar que el partido de su preferencia es el mejor de lo mejor de entre todos los mejores.

Nosotros nos hemos reunido muchas veces en el patio y, angustiados por tanta verborrea, nos hemos preguntado por eso mismo, qué partido es el mejor, más que nada por saber qué íbamos a hacer con nuestro voto. Todos los partidos sin excepción nos han prometido tantas cosas divinas y paradisíacas, que lo que nos ha pedido el cuerpo es votarlos a todos de golpe a ver si conseguimos el paraíso sin despeinarnos. Hemos visto que votar a cualquiera de ellos significaría despreciar las maravillosas e impresionantes ofertas que nos hacen los otros. Y se supone que votar en blanco es tirar la toalla y que los demás se las apañen. Lo que verdaderamente nos ha dejado preocupados es el concepto que muchísimos tienen de la política.

Creemos que se confunde deliberadamente la política con la economía doméstica de los aspirantes a la butaca. Más parece que todos los que se desgañítan predicando mejoras inigualables lo que en realidad hacen es partirse la cara por un puesto de trabajo que no exige oposiciones, ni pruebas, ni entrevistas para valorar su capacidad. Y van en piña, porque se comprende que unos se necesitan a otros, y separados no se podrían mantener a flote como se mantiene el aceite.

Como no hay limitaciones de años en el poder y ellos no se las van a poner voluntariamente ni muertos, de lo que se trata es de estar toda la vida en el sitio. Por tanto hay que ganarse a pulso la voluntad de los pobrecitos votantes cuya única misión es votar una vez tras otra y aguantarse con lo que digan los recuentos. Por eso recorren todo lo que haya que recorrer, sudan, se acaloran lanzando frases preciosas que enardecen al personal, dan abrazos a diestro y siniestro para que todos vean lo bien que se llevan sin darse puñaladas (ya se las darán más tarde). Y después de escuchar tantos millones de pamplinas como hemos tenido que escuchar durante la eterna campaña electoral y teniendo en cuenta que nos quedan por sufrir unas cuantas campañas más, hemos terminado por hacerle a cada político la misma pregunta que le hizo el ex rey Juan Carlos al difunto Chavez: ¿Por qué no te callas?

Una vez que han pasado las elecciones, ¿alguien ha visto a algún político hablar con la gente con la misma sonrisa con la que ahora nos sorprenden? ¿A alguien le han regalado una rosa o cualquier otra cosa, una vez que se han publicado los recuentos? Y por si faltara poco, la osadía de algunos les hace prometer lindezas que podrían haber realizado cuando disfrutaron de tiempo más que de sobra para cumplirlas una a una. En fin, los locos pensamos que esto no tiene arreglo, porque además se confunde también el concepto de oposición. Oponerse aquí es poner palos en las ruedas de la bicicleta del contrario a ver si se estrella y así aprovechar la ocasión. Muy lejos quedan los acuerdos por el bien de todos en los grandes temas que afectan al país.

Los locos sabemos que tenemos mucho que aprender, pero parece que ahí fuera están en otras labores más propias de gente que han hecho del poder un instrumento que funciona solamente en beneficio de unos cuantos. Por eso no nos extraña que los políticos buenos, que sin duda habrá, se estén apartando de eso que sus propios compañeros llaman política, pero que no lo es, ni se le espera. Así que hoy usted verá lo que hace.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN