Llevamos unos días en el manicomio muy preocupados con eso de los terremotos. Ya se han repetido varios en la Bahía de Cádiz, tenemos las carnes abiertas y desde luego que no podemos quedarnos a verlas venir. Es más, aunque pretendamos quedarnos quietos, los terremotos no nos van a dejar. Además, ¿quién no nos dice que a continuación venga un tsunami y nos borre del mapamundi? Por eso, nos hemos reunido unos cuantos locos y desde este manicomio le queremos dar una serie de consejos prácticos por si acaso la cosa viene con guasa. Dependiendo de cómo y cuándo se presente el terremoto, así actuaremos con toda la calma del mundo. Siga nuestros consejos al pie de la letra. Y, como estamos en plena crisis, hemos conjugado la precaución con el recorte y nos han salido estas recomendaciones que le ofrecemos gratis:
1.-Si el terremoto le coge desayunando: Ante todo, es aconsejable no tomar café desde ya, porque lo que faltaba es que los nervios se nos salieran de madre. Así que sustitúyalo por un buen vaso de agua fresca, que seguro que la va a sudar. Para acompañar el agua, lo mejor es el pan, sin que por eso le entre complejo de preso. Pan y agua, un dúo fantástico para morir sano. Ya lo dice el refrán: “Más vale pan con amor que gallina con dolor”.
2.-Si le coge cenando: Ante todo, coma poco y, si es posible, nada, porque el cuerpo tiene que estar ágil para saltar en un momento dado y quitarse de en medio. También lo dice un refrán: “Desayuna mucho, come más, cena poco y vivirás”.
3.-Si le coge en el WC: No cuesta ningún trabajo tener ya el papel higiénico imprescindible preparado en una mano y la cadena de la cisterna en la otra, con lo cual se gana un tiempo precioso y, aunque uno salga corriendo, saldrá con la limpieza adecuada y preparado para la revista. Y salga despacio, porque lo que no puede hacer en ese preciso instante es perder el culo corriendo.
4.-Si le coge de lleno en el ático de un bloque altísimo: La Iglesia dispone de un amplio repertorio de oraciones a casi todos los santos para suplicar una muerte en condiciones. En todo caso, nunca intente volar por sus propios medios, que ya lo intentó en el manicomio un amigo mío y hubo que recogerlo con cuchara. A los del Ocaso les iba a hacer un gran favor; pues no hay cosa peor que desparramarse.
5.-Si le coge en Carrefour: Procure tener el carrito lleno hasta los topes y, cuando se produzca el movimiento, salga usted, en plan Gordillo, detrás del carro, pero sin soltarlo. Siempre tendrá la excusa del pánico que estas cosas a mí me dan, señor agente de seguridad.
6.-Si le coge en el trabajo: La verdad es que este caso afectaría a muy poca gente y, aunque en el paro se nota más la sacudida, si es uno de esos poquitos afortunados que todavía trabaja, no pierda los nervios, abandone el lugar rápidamente, tómese unas cuantas copitas para tranquilizarse y ya verá como ahora se tambalea con razón.
7.-Si le coge haciendo el amor: Vea el lado positivo, no tire la toalla y comprobará que en estos casos el terremoto más le sirve de ayuda que de inconveniente.
8.-Si le coge en la playa: Entréguese a un final feliz, porque no le va a dar tiempo a recoger la sombrilla, la sandía, las sillas, las bolsas, las zapatillas, los niños, la suegra… En este último caso, piense que no hay mal que por bien no venga.
9.-Si le coge en la peluquería: No vaya a pagar el pelado, porque siempre tendrá la excusa de que no está dispuesto a que le hagan trasquilones y encima se los cobren.
10.-Si le coge haciendo la declaración de la Renta: Cálmese, revísela de nuevo y vuelva a hacerla en condiciones. Hacienda no perdona, se ponga usted como se ponga.
En fin, dicho está. Después no me venga con que le cogió de improviso. Gracias.
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