Hablamos mucho de cambio climático, pero ignoramos bastante de lo que pasa en el pulmón de la Tierra, el Amazonas. Las empresas madereras, las ganaderas, las carreteras que se construyen, las presas. Todo eso queda empañado por la búsqueda del oro, que se encuentre oro no es una bendición es una desgracia porque pone en peligro la vegetación y a los últimos pueblos que habitan esta zona. Dónde se ha encontrado oro, es en una franja que da a la frontera con Venezuela, área donde vive una tribu de la que ya sólo quedan treinta y ocho mil personas, los yanomamis. Esta tribu que permanecía aislada dejó de estarlo en cuanto el Estado brasileño quiso construir una carretera por medio de la selva y en la frontera con Venezuela, no olvidemos que es muy importante controlar el territorio. Esa construcción y el acceso de los garimpeiros, los buscadores de oro, unos cuarenta mil, llevó a estos indígenas enfermedades que no conocían como el sarampión y la malaria con las consiguientes muertes disminuyendo el veinte por ciento de su población. También han colocado cuarteles extendiendo las enfermedades de transmisión sexual.
El método de obtención del oro consiste en separar oro de la arena del río con mercurio. Oro y mercurio se mezclan formando una aleación, luego al calentarse se evapora el mercurio. Los gases tóxicos acaban en el aire y en el agua de los ríos, cada año unas cien toneladas de mercurio. Esta forma de extracción envenena las aguas y la tierra, para unas ínfimas cantidades de oro que obtienen los buscadores que precio tan elevado.
El presidente Lula ha advertido sobre el proceso de exterminio de este pueblo y la degradación del territorio. Estas noticias no salen nunca en el telediario y son crímenes contra la humanidad. La mayor parte de los españoles no sabe lo que está ocurriendo en el Amazonas ni a la gente que lo habita. Lo único que se resalta siempre es que es el gran pulmón de la Tierra, pues este gran pulmón, con éstas y otras explotaciones que utilizan gran cantidad de metales pesados lo están pudriendo sin piedad en busca del beneficio.
Los yanomamis se están organizando para dejarse oír por el Gobierno, esperemos que sus voces se oigan y se respeten si no pronto sólo serán leyenda.
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