En el transcurso de la misma el primer edil confirmó que las mejoras que se irán imprimiendo a este edificio serán aún más, pues en breve será el técnico Javier de Lucas quien se encargará de llevar a cabo una restauración, de carácter municipal, de algunos frescos de una de las zonas de la Ermita, con el fin de que antes de que se le dé un uso concreto, el inmueble esté totalmente recuperado. Por otro lado, a pie de obra también insiste el primer edil en que se ha dejado una escalera de madera en un pequeño patio interior debido a que hay una serie de grafismos que se ha conveniado restaurar.
Sólo así y gracias a la rehabilitación que ha llevado a cabo la empresa adjudicataria de las obras, será cuando “este edificio se pueda poner en valora en una zona que se está mejorando poco a poco”, indica. A pesar de que la obra “no está entregada ni recepcionada”, destaca que es cuestión de que se haga un informe favorable para que se dé dicho trámite, recalcando que “es un edificio que significa un pilar cultural de Barrio Alto”, formando incluso un triángulo importante en esta zona junto al Hospitalito y el palacio de Purullena.
Pero aún hace falta que se den otras circunstancias para que la Ermita de Santa Clara se pueda integrar en el entorno, pero siempre que el mismo esté en plenas condiciones. Por ello anuncia que el equipo de Gobierno, en el próximo Pleno ordinario, va a instar a EPSA (Empresa Pública de Suelo de Andalucía), “a que se realice la urbanización de Santa Clara, y de camino de La Florida, porque son dos proyectos que han sido desbloqueados por este equipo de Gobierno pero que siguen paralizados”. Además, también destaca Moresco que es importante que se hagan prospecciones arqueológicas para que después no se tengan que paralizar las obras de las viviendas por posibles problemas.
Tumbas
Cabe recordar que al comienzo de los trabajos en la Ermita de Santa Clara se encontraron distintas tumbas que Maldonado destaca que datan de entre los siglos XV y XVIII, por lo que son medievales y no israelitas como se pensó en un primer momento, y su valor también cambia sustancialmente.
Lo que no está claro es el uso que se va a dar, aunque el primer edil sí que está dispuesto a que sea público. Insiste en que, siendo edil de Cultura, propuso un programa cultural para la Ermita de Santa Clara, y al parecer que la ruta del arte sacro arranque en este edificio parece ser una de las propuestas que más peso toma, pero con todo, el actual concejal de Cultura, Millán Alegre, también trabaja para continuar viendo que es lo que más conviene a este inmueble. Por otro lado, no se termina de ver claro si la Hermandad del Rocío podrá contar con un espacio para poder trasladar su sede desde la calle de Los Moros, pero insiste en que “tiene su uso público”. Por el momento es lo único que se puede desvelar al respecto.
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