Sindéresis

El país se rompe

España se rompe en dos, claro que sí: ricos y pobres. Y si no te consideras pobre porque tienes curro, coche y Netflix, me alegro mucho por ti.

Publicado: 03/11/2019 ·
22:16
· Actualizado: 03/11/2019 · 22:16
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Autor

Juan González Mesa

Juan González Mesa se define como escritor profesional, columnista aficionado, guionista mercenario

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El país se rompe en dos trozos, uno pequeño y privilegiado, y otro grande y cada vez más degradado. Son los ricos y los pobres. No sé si sabes que desde la crisis tú y yo no hemos parado de perder derechos laborales, posibilidades de futuro y prestaciones de servicios, mientras en España aumentaba el número de ricos, que además se hacían cada vez más ricos. Alguien ha metido una pajita debajo del Estado de Bienestar y está sorbiendo sus recursos. ¿Sabes cómo lo hacen? Primero prestan dinero a la banca para que no se hunda aunque te hundas tú. Luego piden dinero prestado a la banca porque han prestado dinero a la banca. Luego modifican la Constitución Española para que la prioridad del país sea devolver el dinero que se debe a la banca, pero no que la banca devuelva el dinero a los españoles. Luego abaratan el despido y flexibilizan el mercado laboral de modo que los empresarios puedan pagarte menos de lo que vale tu trabajo y tu disponibilidad, que ya es absoluta, y todo ese beneficio de lo que no te pagan, de lo que no te aseguran, va siempre hacia arriba, hacia los ricos. Luego esquilman a los autónomos para que no puedan competir con las empresas y formen parte de esa legión de trabajadores dispuestos a cualquier cosa porque no tienen capacidad de negociar. Luego dicen que el Estado ingresa poco, mientras los ricos ingresan mucho, mushísimo, y entonces invierten menos en Sanidad, Dependencia, Educación, Pensiones, Violencia de género e Investigación. Luego te dicen que te vayas buscando servicios privados porque los públicos son una mierda y, de nuevo, todo ese dinero que pagas a lo privado sigue fluyendo hacia los ricos a través de esa pajita. Y dejan de invertir en renovables para que, si te queda algo en el fondo del bolso, vaya a las eléctricas.

España se rompe en dos, claro que sí: ricos y pobres. Y si no te consideras pobre porque tienes curro, coche y Netflix, me alegro mucho por ti. Pero ten cuidado porque a lo mejor no te llega para pagar la matrícula de la Universidad de tus hijos si la cosa sigue igual, a lo mejor vas a tener una porquería de pensión si la cosa sigue igual, a lo mejor a Amancio Ortega no le ha dado por pensar que tiene que haber un profesional poniéndote el gotero con la quimio, si enfermas de cáncer y la cosa sigue igual. Y el sueldo del profesional del gotero sale de los impuestos, no de la beneficencia, por si no te has enterado.

A lo mejor, no sé, tú verás, te están engañando con anestesia y a los ricos les importa entre poco y nada tu futuro y el del país donde naciste, porque todas las urbanizaciones privadas, los yates de lujo y las cuentas en paraísos fiscales tienen la misma patria, que no es la tuya.

Eres la obra de arte de las élites porque quieres que manden a los militares a Catalunya, pero te importa una mierda que los jubilen a los 45 y les den de comer carroña en los cuarteles.

Eres una obra de arte, tú, pero maldita sea, tu voto vale lo mismo que el mío, así que tengo que pedirte una cosa, suplicarte, ya que estamos: si vas a votar a los partidos que hacen que los ricos puedan seguir sorbiendo a través de su pajita, no se te ocurra echarle la culpa de tu decisión a ningún puñado de pobres.

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