Algunos estos días estaréis pensando que la extrema derecha es la solución a vuestros males y vuestros miedos. George Orwell describió bastante bien la deriva de la burocratización corrupta de la Rusia de Stalin en Rebelión en la Granja, donde se narra, básicamente, cómo un grupo de revolucionarios se transforman en élite, dentro de todos los revolucionarios, y se protegen a sí mismos y sus prebendas a través de la fuerza, esclavizando a los demás.
Eso también es la extrema derecha. Vosotros ahora mismo estáis pensando un batiburrillo de cosas. Estáis pensando que somos invadidos por extranjeros, que los rojos quieren acabar con lo que significa ser español, que la moralidad se va al retrete y España la van a partir los independentistas. Pensáis que necesitáis alguien que dé grandes muestras de fuerza y convicción para protegeros. Que porte una mentalidad inflexible y pura, fácil de entender y cuyos actos protejan vuestra casa y vuestra identidad. A los tuyos.
Pero ¿tú eres de los suyos? El asunto concreto es que en este tipo de regímenes quienes medran son los mayores hijos de puta, dispuestos a transigir con la corrupción y el robo con tal de que les dejen seguir llevando la porra. En este tipo de regímenes ser acusado es prácticamente sinónimo de ser culpable, y el chaval que se cruza tu plazoleta con la moto a riesgo de atropellar a alguien no va a ser de los que vayan a la trena; va a ser de los que lleven la porra. Y el tipo al que no le importa que la chica esté atada, ese también llevará la porra. Y ese que rompe las lunas de los escaparates cuando pierde su equipo de fútbol, ese va a ser el primero que se va a alistar para llevar la porra.
Si piensas que tu problema son los gays, las rastas o los nigerianos que venden pañuelos, joder, me creo de verdad que no hayas tenido problemas reales; como mínimo, no sabes hacia dónde dirigir tu frustración y tu miedo. ¿Sabes ese que te intentó robar algo en el colegio y, como le zurraste, llamó a sus hermanos? Ese también llevará una porra.
Un régimen fascista es una estructura en la que medran las personas que no tienen escrúpulos, porque el fascismo indica principalmente que la autoridad está por encima de la ley, que la autoridad está por encima de tus derechos fundamentales y que la palabra de la autoridad tiene más peso que la tuya. ¿Sabes el tipo que le dio un golpe a tu coche y quería pegarte para que no llamaras a la policía local? Ese llevará una porra.
Esto no es lo que prometen en sus mítines gente como la de VOX, por supuesto. Ellos lo que prometen es que vas a estar seguro en tu casa. Y tú piensas que están hablando de ti, porque eres blanco, hetero, español y católico. Ellos siempre planean un discurso dirigido a que la mayoría de la población se sienta protegida y por encima de la minoría. Curiosamente puedes escuchar el mismo discurso en Austria, en Texas o en Corea del Norte.
Todos los de extrema derecha te van a hacer creer que eres del puto pueblo elegido y yo te pregunto, con la edad que tienes, ¿todavía crees en esas pamplinas? ¿Te lo creerías si fueras un animista bosquimano, un ateo chino, un protestante inglés? Qué casualidad. ¿De verdad te crees que el mundo es tan sencillo que pegando dos bofetadas se arreglan cuatro cosas? Te lo digo por si vas al médico con una uña infectada y te dice que hay que cortar el dedo, para que pienses en esto, a ver si se trata de un médico que mira por tu bien o es más tonto que unos pantalones de madera. Que a lo mejor lo que tiene es más ganas de cortar algo, lo que sea, que de curar.
¿Crees que la solución a tus problemas es poner a un fascista en Servicios Sociales, en Correos, en el SEPE y en la Policía Nacional? Pues asegúrate de ser agradable, dócil y paciente con todos ellos. Y recuerda que un fascista primero mata a su gente.
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