Es un "punto fresco", un nuevo formato a modo de contexto que ofrece al espectador la posibilidad de dialogar con el arte de la manera más cercana y privada. Así es la nueva galería de arte Zunino, abierta al público desde el pasado 30 de septimebre y en la que encontramos en su ubicación la principal novedad. Situado en la segunda planta del edificio número 14 de la calle Francos, en pleno centro de Sevilla. Digamos que lo que viene a ser una vivienda o una oficina, hoy es una exposición permanente del arte contemporáneo.
Anabel Zunino es la directora de la galería, quién nos recibe y nos explica como surge esta renovadora idea. "Es un concepto que se aleja de la típica galería a pie de calle en pleno centro con una gran sala de exposiciones". No obstante, no es la primera que nace en Sevilla, puesto que hace ahora dos años lo hacía el Espacio Olvera, ubicado en una tercera planta de un edificio en el Polígono San Pablo. "Además esta fórmula de galería está apareciendo por todas las principales ciudades del mundo, como en Nueva York, Londres, etc.", añade.
El objetivo es claro, "captar toda la esencia de una obra de arte y la de su autor", nos cuenta Zunino, que decide dar el salto de las redes sociales al espacio físico motivada por diferencia que puede llegar a existir entre "contemplar una pintura en una foto que con tus propios ojos" y en un entorno tan significativo como este.
Porque aquí, para empezar, nos encontramos con un tapiz de césped natural que viene a conformar el suelo de la galería. No es de extrañar que la directora cada cierto tiempo deba "regarlo" para mantenerlo en perfectas condiciones. "Se trata de una parte de la exposición Vida Perra de Víctor Pulido, que la forman tanto el césped como las dos esculturas de los dos perros que aquí encontramos". Es una parábola que nos puede resultar extrañamente familiar. Por un lado, vemos a uno de los canes mirándose ante su propio retrato, mientra que su compañero de hábitat mira hacia la puerta a la espera de la llegada de su dueño.
Es la muestra que ha acompañado al estreno de la galería del veterano artista sevillano Fernando Parrilla, la cual ha tenido una gran acogida. Es la obra de un pintor de la década de los 80, que trabajó y estuvo acompañado por artistas de envergadura como Luis Gordillo o Curro González. Así, durante este primer mes de apertura, el público ha podido admirar parte de su obra, como los originales discos de vinilo diseñado por sus pinceles (cabe destacar que Parrilla es un reconocido melómano) o un mural formado por 12 cuadros, aunque originalmente lo completan 15. En estos trazos, totalmente fantasiosos, el espectador intenta ponerle nombres a formas que le pueden llegar a resultar familiares
Este viernes, llega la segunda galería a Zunino. Se trata de la obra pictórica de María Luisa Beneytez. procedente del arte emergente de Sevilla, aunque con unas condiciones y experiencia que la ha convertido en una de las artistas como mayor proyección en la ciudad. "Me & Myself" es el título de una muestra que estará compuesta por una veintena de obras que supone un ejercicio de autoconocimiento. El acto creativo necesita de este proceso psíquico de desarrollar, iluminar y descargar nuestra propia carga interior. Estará expuesta hasta el próximo 10 de diciembre, pudiéndose visitar de jueves a domingo de 11.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 21.00 horas.
El profuso arte sevillano
Anabel Zunino se considera una verdadera amante de la obra del ahora tan reclamado Murillo. "Me encanta su obra, el barroco y las tradiciones de Sevilla", apunta. Y sin que ello impida su pasión por el arte que envuelve las paredes de su galería. "En ningún caso deben estar reñidos. Me gusta Murillo y me gusta el arte contemporáneo. Por ejemplo, el Museo de Bellas Artes de Sevilla es uno de mis preferidos".
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