Sevilla

Mil veladores más cada año

La fuerte apuesta por el sector hostelero en la ocupación de la vía pública no se ha traducido en un paralelo descenso del paro

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  • Veladores en San Fernando -

La respuesta de Sevilla a la crisis económica ha consistido en colocar una media de mil veladores más cada año en las calles y plazas de la ciudad, según revela la estadística del periodo 2010-2016, pero esa fuerte apuesta no se ha traducido en un paralelo descenso del paro, ya que en el balance se ha pasado de 75.212 desempleados a 77.627, es decir 2.415 más.

Tras el advenimiento de la crisis económica, a finales de 2008, con el paralelo estallido de la burbuja inmobiliaria, el hundimiento de la Construcción y la pérdida de peso del sector industrial por el cierre o la marcha de compañías tradicionalmente asentadas en la ciudad, Sevilla puso todas sus esperanzas en el turismo como potencial motor económico que podría tirar de los Servicios y en especial de tres subsectores principales del mismo: los hoteles, la hostelería y el comercio.

Uno de los elementos clave de esa estrategia, que empieza a tomar cuerpo en la recta final del último mandato de Monteseirín, es la manga ancha del Ayuntamiento en la autorización de terrazas con veladores. Así, entre 2010 y 2011 (año éste repartido prácticamente a medias entre el último de Monteseirín como alcalde y el primero de Zoido), el número de locales con permiso para la colocación de veladores pasa de 936 a 1.153, con un incremento del 23%. Este aumento es proporcionalmente incluso superior al de veladores propiamente dichos, ya que la evolución de éstos es de 7.958 a 9.405, un 18% más.

De Monteseirín a Zoido

Con Zoido al frente del Ayuntamiento, la estrategia municipal de pleno apoyo al sector hostelero llega a su apogeo. Si inicia su mandato con 1.153 establecimientos autorizados a abrir terrazas con veladores, cuatro año después (contando medio año de aterrizaje de Espadas), concluye su etapa al frente de los destinos de Sevilla con 2.002 establecimientos ostentado un permiso municipal, un 73% más que al principio.

Obviamente, a más locales con autorización oficial, más veladores en la vía pública. Se pasa de 9.405 al inicio de su mandato a 15.295 al final (+62,62%). Y si consideramos todo el periodo desde 2010, en tan sólo cinco años, los que van del final de Monteseirín al final de Zoido, el número de veladores prácticamente se duplica, al pasarse de 7.958 a 15.295 (+92%).

Saturación

Es en esta época en que se llega, especialmente en el Centro y en el tramo comprendido entre la calle San Fernando y la Campana, a la situación de saturación que el gobierno de Espadas trata de paliar con una reordenación que ha puesto en pie de guerra a los hosteleros. De hecho, ya con Espadas plenamente al mando del Ayuntamiento, en su segundo año de mandato (2016), sólo crece en seis (hasta un total de 2018) el número de establecimientos con permiso para poner veladores, pero por primera vez desde 2010 el número de éstos se reduce, hasta los 15.024 (271 menos, un -1,77%).

El sector de la hostelería, que ha ofrecido en su comparecencia del 9 de marzo datos desfasados (sostuvo que había 13.960 veladores en 2015 cuando el año se cerró con 15.295, y que había un velador por cada 54 sevillanos, cuando hay uno por cada 46), esgrime el riesgo de destrucción de empleos y de cierre de establecimientos si el gobierno local reduce el número de veladores (189) en el eje San Fernando-Avenida-la Campana. De hecho, afirma que cada tres veladores generan un empleo, el de la persona que los atiende en la calle, pese a que numerosos establecimientos funcionan en régimen de autoservicio por parte de los propios clientes.

Empleo

La estadística comparada demuestra, sin embargo, que no hay una relación inversamente proporcional entre veladores y empleos. A más veladores no ha habido menos paro, y viceversa. Así, en 2011 y 2012 creció el número de veladores en un 18% y un 19% y no por ello bajó el paro, que siguió subiendo, entre un 8% y un 10%.

Entre 2013 y 2015 el paro bajó, pero en bastante menor proporción al crecimiento de los veladores, y en 2016 descendió el número de veladores pero no subió el de parados, sino al revés: hubo 4.221 desempleados menos.

La caída del paro tiene más que ver con la mejoría de la situación económica general que con factores más locales y específicos. De hecho, en el periodo analizado todavía el balance del paro es negativo para la ciudad: los 77.627 desempleados de 2016 son 2.415 más que los existentes en 2010.

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