El Parlamento andaluz ha sido el último escenario de debate sobre la idoneidad de la remodelación del Mercado de Abastos que la Junta de Andalucía, en colaboración con el Ayuntamiento de Sanlúcar pretenden llevar a cabo y cuyo proyecto salió ganador de un concurso de ideas convocado por la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio para revitalizar la actividad comercial de los barrios Alto y Bajo de Sanlúcar, teniendo al mercado como eje dinamizador.
No obstante, además del rechazo del colectivo cultural Aula Gerión, desde Izquierda Unida también han mostrado su oposición al proyecto, motivo por el que presentaron una Proposición No de Ley en el Parlamento andaluz que fue debatida en la comisión de Cultura celebrada este jueves.
PROTECCIÓN
La parlamentaria socialista por la provincia de Cádiz, Lola Cañero, fue la encargada de defender la posición del grupo parlamentario socialista frente a la proposición de Izquierda Unida, que instaba en primer lugar al Consejo de Gobierno a “emprender cuantas actuaciones sean necesarias para salvaguardar los elementos arquitectónicos de interés del actual edificio del Mercado de Sanlúcar, impidiendo la demolición total de los mismos”.
A este respecto, Cañero manifestó que “el único elemento a salvaguardar es la portada neoclásica, que está incluida en el nuevo proyecto”. Además, durante su intervención, la socialista puso de manifiesto las múltiples carencias de falta de espacio, almacenaje, conservación de los productos y salubridad que presenta el actual mercado, además de reflejar las patologías existentes en la edificación por lo que manifestó que “los sanluqueños, comerciantes y visitantes de Sanlúcar se merecen algo más moderno, salubre y accesible”.
En cuanto a la fecha de origen del mercado, si bien desde IU defienden que data de 1744, Cañero manifestó que esa fecha es en la que aparece datada la portada neoclásica pero que el mercado “al y como lo conocemos hoy, es de 1939”.
Desde el PSOE censuraron que “que cuando se presenten proyectos innovadores éstos generen controversias”, pero animó a conocer el proyecto “con el que los comerciantes están encantados porque mejorará sus condiciones de trabajo y revitalizará la economía”.
La proposición de Izquierda Unida quedó, por tanto, rechazada con los votos en contra del Partido Socialista.
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