Tres días lleva como mínimo la calle Real con tramos sin luz, de forma que mientras la Alameda Moreno de Guerra es un boca de lobo, la calle Real hacia arriba es una acera con luz y otra a oscuras.
En la plaza del Rey se alumbran con las farolas municipales pero en el lado derecho de la calle no saben si están comiendo chipirones o pipas en aceite. En el lado contrario es todo lo contrario, valga la redundancia y todo es claridad, de tal forma que los de la acera a oscuras se deslumbran cuando miran a la izquierda y todavia ven peor los chipirones.
El Ayuntamiento además no puede hacer nada para solucionar a situación que al menos estará todo el fin de semana, porque el proyecto del tranvía -a estas alturas sigue siendo un proyecto- se ha quedado sin conductores y al parecer sin el retén de mantenimiento.
Sirva la letra de la canción de Carlos César Lenzi que popularizó Carlos Gardel para iluminar la situación al menos con unos buenos versos. Que por cierto, le d cierto aire romántico a la calle... siempre que no termine en Tomás del Valle.
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