Hace tres semanas Miguel Redondo Rosillo, más conocido como Miguelón, denunciaba ante este medio las enormes dificultades con las que se encontraba para realizar gestiones en las oficinas municipales que se encuentran en la zona centro de la ciudad, sobre todo por el mal estado del adoquinado, lo que le provoca que tenga que hacer el doble de esfuerzo con su silla de ruedas para poder deambular por las mismas. Una situación que le llevó a sufrir pinzamientos en la zona lumbar de los que tuvo que ser tratado en el Hospital Puerta del Mar.
Ese mismo día hacía constar lo que le estaba sucediendo, no sólo a él sino a todas las personas que padecen algún tipo de dificultad en su movilidad, para realizar simples trámites administrativos. Y lo hizo haciendo entrega en el Registro Municipal de un escrito en el que explicaba el calvario por el que tenía que pasar y, en el mismo, proponiendo soluciones para que dichas calles sean reparadas y puso como espejo el estado en el que están otros viales de la ciudad como General Valdés, Cecilio Pujazon, Las Cortes o Calderón de la Barca.
Pues bien, tres semanas después ha vuelto a ponerse en contacto con este medio, pero en esta ocasión para hacerlo en sentido positivo y demostrar como calles como General Valdés o Cecilio Pujazón son todo un ejemplo del camino en el que debe seguir trabajando el Ayuntamiento para hacer de La Isla una localidad plenamente accesible. En este sentido, cabe recordar que el actual Gobierno municipal no está de brazos cruzados y durante la última legislatura está ejecutando un Plan de Accesiblidad consensuado con las asociaciones que tienen algo que decir sobre esta cuestión. Con Miguelón han encontrado un aliado más.
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